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19: "The truth"

Sí, volví a subir el capítulo porque se borró no sé por que

IMPORTANTE NOTA AQUI ABAJO NO SEAN FLOJOS Y LEAN:

Chicos y chicas obviamente, en esta historia olvídense de Roy y Thea. Ellos se conocen y son mejores amigos pero no hubo nada entre ellos así de que amoroso ¿De acuerdo?  También les quería pedir un favor, tengo otra novela en mi perfil  que me gustaría que se pasaran por, se llama Hudson y me siento un poco mal porque (ya sé que es demasiado estúpido) pero tiene 11 leídos y me siento muy tonta y siento que algo no estoy haciendo bien. Tengo sólo el prólogo y quisiera ver si se podían pasar por ahí. Bueno ya me voy y los dejo en paz.

Oliver se acercó a mí y puso una mano en mi espalda.

—Vamos a casa —me dijo mientras los cuatro caminábamos hacia el departamento de Sara. Yo asentí y caminé hasta la orilla del edificio en el que estábamos. Saltamos hacia el siguiente, en dirección del departamento. Una vez que estuvimos en frente del edificio donde se encontraba el apartamento abandonado, hablé.

— ¿Carreritas? —les dije y nos miramos entre nosotros con sonrisas pícaras. Asintieron así que yo conté —En sus marcas, listos... ¡Fuera! —Corrí y salté hacia la pared del edificio escalándola sin dificultades. Llegué hasta arriba al mismo tiempo que Roy, luego llegó Oliver y luego Laurel. Le pedí a Oliver mi arco y carcaj de vuelta, los cuales me dio con gusto y caminamos hacia la Arrow-cave así es como le llaman al almacén abandonado. Yo sola entré por la ventana del apartamento y tomé mi mochila en donde estaba mi computadora y mi otra ropa. Salí del departamento y escalé la pared hasta llegar con los demás. Teníamos que cruzar de un edificio hasta el piso donde estaban las motos así que le pregunté a Oliver,

—Ollie —le dije mientras parábamos unos cuantos edificios antes de llegar a las motos, me volteó a ver sonriendo y continué — ¿Me dejas usar una de tus flechas? —le dije haciendo ojitos de cachorro. Dudó un poco y luego sonrió.

—De acuerdo —me dijo dándome una de las que tenían el cordón para deslizarte. La tomé y apunté hacia el siguiente edificio con precisión. Me sentí un poco incómoda gracias a Roy, que estaba a mi lado derecho viendo el tatuaje de una flecha (demasiado simple) que me había hecho cuando cumplí dieciocho. A mi lado izquierdo estaba Oliver y a su lado Laurel, él miraba mi arco con el ceño fruncido.

— ¿Pasa algo con mi arco? —dije mientras lo bajaba con la flecha en la otra mano. Volteé a ver a Oliver que se veía algo nervioso. Al mismo tiempo que hablé con Oliver, Roy se alejó, pensando que no me había dado cuenta que estaba ahí.

—Am... es que... —dijo y luego tomó una bocanada de aire — ¿Lo hiciste tú? —me preguntó haciendo que el calor subiese a mis mejillas. ¡Obvio que lo había hecho yo! Estaba demasiado deforme como para que lo haya comprado en algún lugar.

—Em, sí —le dije un poco apenada. Él sonrió en mi dirección con ternura, yo le devolví la sonrisa y volví a apuntar con mi arco.

— ¿Quieres usar el mío? —me preguntó ofreciendo el suyo. Lo miré dudosa y él sólo asintió. Le di el mío y tome el suyo, se sentía más cómodo. Era de tecnología avanzada, hasta tenía un pequeño botón que lo abría y lo cerraba.

—Debes ser algún tipo de Diosa como para que Oliver te preste su arco —dijo Roy riendo un poco. Los demás reímos y al fin, solté la flecha, dejándola volar por los aires hasta que llegó exactamente en el punto donde yo quería.

—Eres buena —dijo Ollie mientras lanzaba otra para él. Sonreí satisfecha y antes de saltar, escuché a Roy completar la oración de Oliver.

—Muy —dijo y me acerqué a la orilla —Muy buena —salté, dejándome llevar y sintiendo el aire por mi cara. Se sentía bien, sentía que todo estaba bien ahora. Mi primo ya sabía que estaba viva y se sentía como si me hubiesen quitado un saco, no de patatas, sino con bloques de plomo dentro. Caí en el piso más profesional que otras veces, luego cayó Oliver con Laurel y al final, Roy.