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—Binnie, ¿puedes por favor llevar esto a Yongbok?—la señora Seo le extendió un plato de comida a su hijo mientras este lo veía sin expresión alguna.

—¿Volvemos a la programación habitual?—elevo una de sus cejas—¿De nuevo tienes que preocuparte por si ese chico come o no? Su madre debería hacerlo no tú—negó tomando el plato de comida para dirigirse a la casa de los Lee.

Changbin no tenía nada en contra de Yongbok, se le hacía un chico bastante agradable pero lo que su madre hacía ya no le parecía bien, ¿estar fuera de casa casi 2 días? era mayor, si, pero eso no quería decir que ella pudiera perderse en su mundo dejándolo de lado como si existiera. Desde que tenía memoria el chico había tenido infinidades de niñeras, algunos cumpleaños solo eran Yongbok, la señora Seo y él celebrando al menor por que la madre de este no se permitía ni siquiera descansar en días importantes, ni hablar de cuantas navidades Yongbok había cenado junto a ellos.

Solían ser buenos amigos pero de un día a otro cuando empezó a salir con Kiara lo desplazó y eso le hizo sentir realmente lastimado por lo que procuro no acercarse de nuevo a él, solo lo necesario como lo era aquella situación.

Solían ser buenos amigos pero de un día a otro cuando empezó a salir con Kiara lo desplazó y eso le hizo sentir realmente lastimado por lo que procuro no acercarse de nuevo a él, solo lo necesario como lo era aquella situación

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—¿Enserio sigue sin venir a casa?—preguntó Felix al entrar y escuchar como el silencio reinaba en aquella casa—Eres sorprendente mamá—lanzo su mochila al sofá mientras sobaba su estomago el cual no dejaba de exigir comida.

Camino a la solitaria cocina y con paso decidido se dirigió al refrigerador, estaba lleno puesto que habían hecho las compras. Felix suspiro y pensó en que quería comer, agradece que al menos su padre lo había enseñado a cocinar.

—Lonely, I'm Mr. Lonely, I have nobody for my own—comenzó a cantar mientras revisaba que hacer.

El azote de la puerta principal llamó su atención haciéndole que dejará de cantar y cerrará de golpe la puerta del refrigerador, espero a que su madre se dirigiera a la cocina pero no pasó en cambio vio a un chico atravesar el pasillo como si nada. Felix miró a su alrededor y tomó lo primero que había frente a él, un cucharón de cocina.

¿Quién era aquel loco y por qué entraba como si fuera su casa? ¿Debería llamar a la policía? Con el pulso acelerado y las manos sudorosas salió de la cocina dispuesto a seguir aquel demente.

Con paso apresurado lo vio desaparecer al final de las escaleras así que se apresuró a subir por estas sigilosamente mientras las ganas de hacer pipi lo invadían. Al llegar al pasillo dónde estaban los cuartos miró ambos lados sin lograr divisar la figura del chico, ¿habrá visto un fantasma?

—Cuando dije que quería vivir como en una película, jamás dije que una dónde me matarán—se quejo caminando lentamente por el pasillo—Dios si me dejas salir vivo de aquí te prometo que le bajaré a mi homosexualidad—siguió hablando en voz baja mientras caminaba al último cuarto del pasillo.

Justo cuando tomó la manija y comenzó a girar lentamente el portazo proveniente de la habitación de enseguida, para ser exactos la suya, lo hizo sobresaltarse y las cosas pasaron tan rápido que no se percató de su reacción.

—¡Ahg, mierda!—Changbin llevó su mano al ojo que Felix había atinado cuando lanzó el cucharón—¿¡Qué mierda Yongbok!?—se quejó viendo al ahora pelinegro.

—¿Qué mierda? ¿Cómo entras así como si nada?—reclamo Felix posando su mano en su corazón aún acelerado.

—¡Siempre lo hago!—señaló quejándose, probablemente aquel golpe le pondría el ojo morado.

—Ni siquiera—Felix detuvo su hablar, él chico lo llamó Yongbok y él era Felix, tendría que hablar con su hermano—Oye lo siento solo me sorprendiste—dijo tratando de acercarse sin embargo el chico dio un paso atrás.

—Desquiciado—murmuró negando—Mamá te ha enviado la comida así que supongo que volveremos a la programación habitual así que trata de no recibirme a golpes o no me importará dejarte morir de hambre—sin decir nada más se dio la vuelta mientras dejaba a Felix parado en medio de aquel pasillo con un millón de preguntas en su cabeza.

¿Quién era aquel chico bonito? ¿Por qué parecía enojado con Yongbok? ¿Programación habitual? ¿Por qué la mamá de ese chico le traía comida a su hermano?

Se dirigió a su habitación decidido a recibir respuestas y cuando camino al escritorio pudo apreciar un plato de comida en este, un plato muy completo. Su teléfono comenzó a sonar obligándolo a quitar la mirada de la comida y atender al ver que se trataba de su hermano. Tres pares de ojos lo recibieron comenzando a lanzar un montón de preguntas y pidiéndole que les mostrara el rostro y el cuerpo completo, como que lo hizo sonreír.

—Joder estoy bien—dijo rodando sus ojos cuando Chan y Jeongin insistían en verlo mejor—Mírenme mi cara sigue siendo la más hermosa del planeta Tierra—les guiño un ojo mientras estos suspiraban de alivio.

—¿Cómo te ha ido?—cuestionó Yongbok con un tono de preocupación—¿Te han molestado?—lo miro con una pizca de temor desbordando por sus ojos.

—Tal vez quisieron hacerlo pero se llevaron una gran sorpresa—se encogió de hombros mientras posaba nuevamente la vista en aquella comida—¿Cómo les ha ido a ustedes?—trato de seguir hablando pero un nudo de nervios se instaló de pronto en su estómago, no sabía si quería o no saber quién era ese chico y su familia.

—¡Te extrañamos!—grito Jeongin haciendo reír a Yongbok—No es que no queramos a Yongbokie pero sería aún mejor si estuvieras acá—hizo un puchero mientras Chan asentía pasando un brazo por los hombros de su gemelo. Aquello lo puso triste, esa escena, ver a su hermano sonreír lo puso terriblemente triste.

¿Cuánto tiempo habría pasado desde la última vez que sonrió o se sintió menos ansioso?

—Me alegra y espero que cuiden y lo hagan feliz—advirtió tratando de sonreír—Chicos, ¿podrían dejarme a solas con Yongbok? Me gustaría hablar con él sobre unas cosas—pidió de repente Felix.

Yongbok lo miró tratando de descifrar sus emociones mientras que sus amigos asentían viéndose el uno al otro.

—Comparemos pizza Yongbokie, sal cuando terminen—palmeo su hombro Chan—Te llamaremos luego, ¿de acuerdo?—esta vez el mayor vió la pantalla recibiendo una sonrisa de Felix como respuesta.

Better Than RevengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora