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Yeji bajo de su auto decidida a enfrentar finalmente a su familia, estaba cansada de lidiar con ellos y sus estúpidas acciones, ya no era una niña, ya no podrían manejarla a su gusto. Gracias a Niki se había enterado de lo que había pasado cuando estuvo fuera de la ciudad y apenas terminó el trabajo que tenía volvió para buscar a su hermano y liberarlo por fin de sus padres.

—Señorita Yeji, no sabíamos que volvía hoy, ordenare que pongan un plato más en la mesa—dijo el ama de llaves apenas la vio entrar.

—No te preocupes señora Choi no me voy a quedar solo he venido a entregar unas cosas—le sonrió para retomar el camino que la llevaría al gran comedor.

El tacón de sus zapatos emitía un fuerte sonido a medida que se acercaba al comedor, finalmente sentía que al enfrentarse a sus padres dejaría ir un gran peso, sus padres lejos de hacerla sentir segura o querida solo la hacían sentir nerviosa y apresada.

Al llegar al comedor la atención de los presentes se centro en ella, su madre la miraba algo sorprendida, Yeji tenía el cabello ahora de color rojizo, tanto habían hablado de aquello y como esos colores terminaban con la elegancia y apariencia de una mujer.

—¿Qué le has hecho a tu cabello?—inquirió su madre.

Como respuesta Yeji lanzó las llaves de su auto hacia su padre, de su cartera sacó dos tarjetas las cuales también lanzó hacia él.

—Pensé que algún día cambiarían pero creo que de ustedes no puedo esperar nada—los miro a ambos pasando su mirada del uno al otro—Te entrego tus tarjetas, tu dinero, tu carro, no quiero nada más de ti—miró a su padre mientras hablaba—A partir de ahora lo haré por mi propia cuenta así que no se metan en mi camino—terminó dispuesta a darse la vuelta y salir de ahí—Ah y de Hyunjin me encargo yo a partir de hoy así que no se metan más en su vida—dijo retomando su andar.

—Vete a Marte si eso es lo que quieres pero Hyunjin—comenzó hablar su madre deteniéndola—De Hyunjin nos encargaremos nosotros, él aún es menor de edad así que no hagas ninguna estupidez y aléjate de él así como lo estas haciendo ahora de nosotros—la miró con un semblante serio.

Yeji solo sonrió mientras negaba.

—Hyunjin viene conmigo—los miro seria—Así es lo último que haga—advirtió y sin darle oportunidad de que respondiera salió de ahí escuchando los gritos de su padre llamarla.

Al fin era libre.

Libres, buscaría a su hermano para llevarlo al apartamento que había alquilado con la ayuda de su abuela, no sabía que sería de ellos sin el apoyo de la única persona que solo procuraba su felicidad.

—Solo entra, puedes hacerlo—se decía así mismo Felix al estar frente a la casa de madre, hace más de una hora que se despidió de Hyunjin prometiendo encontrarse en los próximos días, Hyunjin insistió hasta el último momento en acompañarlo pero él ...

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—Solo entra, puedes hacerlo—se decía así mismo Felix al estar frente a la casa de madre, hace más de una hora que se despidió de Hyunjin prometiendo encontrarse en los próximos días, Hyunjin insistió hasta el último momento en acompañarlo pero él se había negado, aquello era un problema que debía arreglar por el mismo, sin la ayuda de alguien más.

Aún con su cuerpo temblando camino a pasos lentos hasta la puerta de la casa tomando la manija nerviosamente para finalmente abrir la puerta, como todas las veces anteriores la casa estaba en completo silencio, si tenía suerte tal vez su padre estaría en su trabajo, con suerte de sobra tal vez a su madre no le importaría tanto aquella situación.

Dejó salir el aire que tenía contenido en sus pulmones como señal de alivio al pensar que realmente estaba solo, ahora solo debía hacer sus maletas y salir de ahí antes de que su madre volviera ya que sinceramente no quería enfrentarse a ella.

Camino sin prisa alguna y al pasar por el comedor pego casi pego un grito al ver a una persona ahí sentada, era su madre, quién al percatarse de su presencia volteo a mirarlo.

Better Than RevengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora