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Los rumores corren rápido, a estas alturas Hyunjin debe saber quién eres.

Aquellas palabras de Seungmin se repetían en la cabeza del pecoso, ¿Qué pensaría Hyunjin de él? ¿Le importaría que Yongbok fuera ex de su novia? Dejó de pensar cuando estuvo frente aquella enorme casa, miró su teléfono confirmando la dirección que Hyunjin había brindado.

Aquel día que se encontraron estuvieron conversando un poco hasta que el mayor le ayudó a llegar a casa, pactaron en verse el fin de semana para comenzar avanzar el proyecto de idiomas así que por eso estaba ahí, frente a ese jodido palacio.

—Tiene que ser una broma, este lugar es veinte veces mi hogar—murmuró para sí mismo viendo la mansión, era justo como la de las películas, aquella casa era lo más cerca que había estado de un palacio. Vió a su alrededor hasta que encontró un botón que supuso era el timbre.

Expulsó el aire que contenía en sus pulmones dejando de un lado sus nervios mientras estiraba su mano para presionar el botón.

—Residencia Hwang, ¿En qué lo podemos ayudar?—después de presionar el pequeño botón una voz saliendo del pequeño parlante lo sobresaltó.

—Oh, Hola, yo busco a Hyunjin—dijo algo nervioso mientras la voz le pedía que esperará un momento. Segundos después la gran reja automática comenzó abrir sus puertas—Puede pasar, siga derecho y lo recibirán—ordenó la voz masculina aquella mientras Felix le agradecía.

Felix siguió caminando viendo cada cosa a su alrededor mientras se aferraba a las correas de su mochila, ¿eso era una cascada? Elevó sus cejas al darse cuenta de que si era una, el jardín era hermoso había muchos tipos de flores y todas ellas muy bien cuidadas, no pudo evitar sonreír al ver incluso jazmines, unas de sus favoritas. En Australia solía trabajar de vez en cuando en una florería y de todas las flores se enamoró de aquellas.

Siguió el camino hasta que pudo divisar la puerta principal de aquella casa, camino a pasos lentos hasta llegar a los escalones de aquella y tocar.

—Basta Yeji—se quejó Hyunjin cuando su hermana le puso otra prenda diferente. Yeji era diseñadora de modas y a falta de modelos solía usar a Niki pero ese día aquel había huido por lo que tuvo que usar a Hyunjin, aunque a su hermano le quedaba bien aquella ropa seguía sin convencerle, lo que debía presentar no iba ni con el estilo de Niki ni con el de Hyunjin.

Simplemente no encajaba, necesitaba con urgencia conseguir un modelo.

—¡Ahg!—chillo pasando una de sus manos por su cabello notablemente frustrada—No te muevas haré que esto se vea bien de alguna manera—le apunto su dedo índice mientras salía del salón y dejaba a Hyunjin parado en el centro de aquel lugar.

—Joven Hwang, lo buscan—la atención de Hyunjin fue llamada por la ama de llaves mientras este miraba su reloj.

Maldijo recordando que Yongbok estaría ahí  pronto para comenzar el trabajo.

Corrió a la entrada sin importar que no llevaba calzado, su camisa de botones solo iba abrochada hasta la mitad y llevaba unos pantalones formales ceñidos a sus largas piernas. Al acercarse a la puerta pudo ver al pelinegro que observaba a su alrededor.

—Lo siento, no me percate del tiempo—hablo Hyunjin llamando la atención del más bajo quién al verlo elevó sus cejas con sorpresa.

Felix miraba anonadado al rubio, ¿quién era y por que se veía tan jodidamente guapo?

—¡Hyunjin!—el gritó de Yeji lo hizo tomar la mano de Felix y comenzar a correr con este guiándolo hasta su habitación, subieron apresurados las escaleras mientras los gritos de la mayor seguían.

—¿Por qué estamos huyendo de repente?—inquirió Felix riendo sin soltarse de la mano del mayor quién lo guiaba por un pasillo mientras trotaban.

—Por que necesitamos seguir viviendo—dijo mientras se detenían frente a una habitación de puerta completamente blanca—Adelante—le soltó la mano invitándolo a pasar, Felix le sonrió por su amabilidad y se dio paso a la habitación.

El color de esta era en tonos claros casi blanco, había cortinas azules marino adornando el gran ventanal que tenía aquella habitación, en el centro de esta había una cama probablemente tres veces más grande que la suya , también un escritorio y varias repisas con pequeñas obras de arte que decoraban el cuarto, se percató que el cuarto estaba tapizado de alfombra por todo el suelo lo que lo hizo detenerse.

—No quiero estropear tu alfombra—señaló el gran tapizado blanco.

—Oh no importa—hizo un ademán con su mano caminando hacía su escritorio—Entra, esta bien—Hyunjin volteo a verlo cuando se dió cuenta que no lo seguía. Felix cerró sus ojos maldiciendo mientras se deshacía de su calzado, si algo odiaba de Corea era tener que quitarse siempre los zapatos en todos los lugares, una vez que lo hizo la mirada de Hyunjin volvió una vez más a este no pudiendo evitar reír—Esta bien, yo también usaba calcetines de bob esponja—trataba de controlar su risa—A los diez años—se encogió de hombros mientras Felix rodaba sus ojos.

—Ahora mismo me siento como un imbécil, no lo empeores—camino hasta dónde estaba tratando de ocultar sus pies—¿Qué pasa hoy con tu aspecto? ¿Acaso estás probando nuevos estilos?—señaló Felix con un movimiento de cabeza mientras Hyunjin fruncía su ceño viendo su ropa. Las mejillas del rubio se tornaron rojizas lo que hizo reír a Felix mientras el rubio salía disparado al baño diciéndole que se pusiera cómodo y que empezarían cuando volviera—No debí haber hablado—hizo un puchero mientras se sentaba en la silla detrás del escritorio.

Hyunjin ya tenía todo preparado para trabajar, parecía ser muy ordenado, miró a su alrededor tratando de saber un poco más del rubio y noto varias cosas. Tal vez le gustaba el arte y dibujaba, esto por los bocetos en su escritorio, aficionado de la música ya que tenía varios discos en una repisa.

—Oh por Dios—se levantó de golpe Felix al ver un teclado de computadora modificado—Esto es genial—dijo pasando sus dedos por este.

Better Than RevengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora