📓3📓

2.1K 319 63
                                    

—No soy así de feo, ¿Cierto?—susurró  Felix mientras veía su reflejo en el gran espejo frente a él.

Era espantoso el uniforme que les obligaban a usar en aquel colegio, en Australia no tendría que vestir semejante atuendo. Ni hablar de cómo la ropa de Yongbok le quedaba, a pesar de ser gemelos, Felix tenía un cuerpo más tonificado y trabajado por el deporte que practicaba a comparación de Yongbok que estaba más inclinado por las artes y no tanto por ser productivo.

—Al menos se me ve un gran trasero—se encogió de hombros mientras sonreía.

Tendría que comprar algunas prendas ya que las de su hermano le quedaban muy ajustadas para su gusto y comodidad, tenían un estilo completamente diferente, sin embargo tendría que apegarse a aquel.

Dejó de prestar atención a su reflejo y centró su mirada en su teléfono que comenzó a sonar.

Era su gemelo.

No tardó en responder encontrándose con el pelinegro del otro lado de la pantalla, se veía algo cansado y sus grandes ojeras confesaban que no había dormido muy bien.

—Woah, ¿Qué hay con esas ojeras de mapache?—dijo Felix apenas abrió su boca.

—¿Por qué hiciste todo esto?—fue lo que preguntó Yongbok serio al verlo portar su uniforme, no sabía lo que pasaría si Felix se presentaba fingiendo ser él, probablemente le sobrarían golpes y la verdad saldría a la luz, habría un caos—Quiero que vuelvas mañana mismo o yo mismo hablaré con nuestros padres—amenazó viendo como su gemelo se quedaba viendo a punto fijo para después desaparecer de escena.

Segundos después Yongbok lo vio aparecer con algo entre sus manos.

Su diario.

Su respiración se aceleró a medida en que pensaba si Felix había leído aquel pequeño libro, sus manos comenzaron a sudar y por un momento se olvidó de cómo formular palabras.

—¿Algún día ibas a decir algo?—demando Felix viendo como Yongbok se quedaba estático, parecía haberse olvidado de cómo hablar—Apuesto a que no, por que siempre eres así quieres enfrentar todo tu solo como si pudieras—soltó en tono de reclamo—¡Todos necesitamos ayuda!—elevo un poco su voz sacando de su trance a su gemelo.

—No tenías derecho alguno a leerlo—reprendió Yongbok mientras su labio inferior comenzaba a temblar.

—¡Pero lo hice!—Felix golpeó su mano contra el escritorio—¿¡Por qué no confiaste en papá o en mí y evitaste todo esto!?—inquirió  exaltado—¿¡Por qué llegaste al extremo de pensar en  terminar con tu vida!?—la cólera se podía apreciar en la voz de Felix.

—¡Cállate Felix!—elevo su voz el gemelo—¡No tenías derecho a invadir de esa forma mi maldita privacidad!—lo acuso con sus lágrimas amenazando por abandonar sus ojos—¡No quería ser una maldita carga, ¿qué cambiaría si yo hubiese hablado?!—siguió hablando con su voz un poco distorsionada por el nudo que se había formado en su garganta—Absolutamente nada, por que el jodido daño ya esta hecho, no hay forma de borrar todo lo que he vivido—negó enterrando su cabeza entre sus manos.

Felix se trago la ganas de llorar, a cambio de eso su frustración creció aún más no midiendo las palabras que diría.

—Que mamá se haya comportado como una irresponsable desinteresada por la vida de su hijo, no quiere decir que papá sea igual y lo sabes—soltó sin pensar y Yongbok lo miró con rapidez.

—No hables así de mamá, ella no tiene nada que ver—frunció su ceño mientras Felix reía.

—¿Qué no tiene nada que ver? No trates de defender lo indefendible, tiene tanta culpa, ¿Qué clase de madre es Yongbok? Dímelo—exigió saber—¿Irse días completos? De niños no le entendíamos pero llegó la hora de quitarnos la venda de los ojos, mamá puso su trabajo sobre su familia, ha puesto su trabajo sobre la única persona que tenía que proteger—negó sintiendo cada vez más coraje—¿Ni un maldito te quiero ha podido decirte? Debió dejar su egocentrismo de un lado y habernos entregado juntos a nuestro padre—finalizó viendo como los hombros de su gemelo se sacudían violentamente sin poder cesar su llanto al escuchar lo que decía Felix.

Better Than RevengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora