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Aunque Felix se encontraba físicamente en clase su mente se encontraba lejos de estarlo, no podía parar de pensar en Seungmin y en lo que había pasado la noche anterior y en la mañana aquella.

Los pensamientos lo hicieron apretar los puños y elevar su mirada a Hyunjin quién se encontraba centrado en el pizarrón. Pensó que Hyunjin podría ser diferente aquello chicos pero claramente estaba equivocado, estar rodeado de mierda tarde o temprano te convertía en una, esa mañana Seungmin estaba negado asistir a clases incluso había dormido en su casa debido al miedo que tenía de que Minho fuera y lo buscará a su casa y lo comprendía esa mañana cuando Felix vio entrar al pelinegro se percató de cómo su pómulo derecho estaba cubierto de una ligera mancha púrpura resultado del golpe que Seungmin le había propinado.

Seungmin lloró toda la noche cuestionando en que momento su relación había tomado aquella dirección, se culpó por ello y estuvo apunto de salir a pedirle perdón a Minho sin embargo Felix evitó eso, habló con él y trató de tranquilizarlo.

Felix realmente estaba sorprendido por la manera en que una persona podía llegar a amar, cuando tuvo a Seungmin entre sus brazos temblando, viéndolo vaciar su estómago y no poder controlar su llanto pudo entender el poder que tienen las persona sobre tí cuando te entregas por completo a ellas.

Entendió el gran poder que tiene el amor de hacerte feliz y destruirte al mismo tiempo.

Esa mañana Minho parecía haberlo destruido por completo, cuando entró acompañado de su séquito ni siquiera se inmuto en ver a Seungmin y solo pasó de largo fingiendo como si no lo conociera, mostrando total indiferencia. El rubio tembló a lado de Felix sin poder controlar su llanto y salió del colegio pidiéndole que no lo siguiera y que lo dejará solo.

Para Seungmin aquella acción de Minho hablaba mucho, realmente se había acabado, ellos dos estaban lejos él uno del otro y no habría vuelta atrás.

Felix lo vio partir tratando de darle su espacio, pero Seungmin no fue él único que sintió un pinchazo en el corazón esa mañana, Hyunjin había entrado tomado de la mano de Kiara ignorando por completo la existencia de Felix quién se sintió extraño al percibir aquella actitud del rubio, incluso desviaba su mirada, pisoteando por completo el ego y orgullo del pecoso quién se encontraba  envuelto en un manojo de emociones.

—Reúnanse con su pareja, avanzaremos el proyecto hoy—la profesora de inglés lo sacó de sus pensamientos al momento que dejaba caer un montón de libros sobre el escritorio, Felix dirigió su mirada al rubio quién no había volteado en ningún momento—¿Qué sucede Lee?—la profesora lo miró cuando levantó su mano.

—¿Puedo retirarme? Necesito ir a la enfermería, no me siento bien—dijo sin despegar su vista de Hyunjin—Y ver a ciertas personas me asquea, me dan ganas de devolver mi desayuno—soltó con veneno en sus palabras aún hablando en inglés y Hyunjin al escuchar aquello solo se encogió en su lugar sintiendo el peso de las palabras del pecoso.

—Adelante, no quiero convertir mi salón de clases en el set del exorcista—hizo un ademán con la mano la rubia invitándolo a salir del salón. Sin voltear atrás Felix siguió su camino frustrado por las voces de su cabeza y las tontas formulaciones que estaban haciendo.

¿Cómo un jodido beso le había hecho tanto ruido? ¿Por qué besar a Hyunjin lo tenía de aquella manera? No podía sacarlo de su cabeza y aquello estar atormentando.

Sintió su corazón acelerarse al pensar en el rubio, cosa que le hizo llevar su mano hasta el lado izquierdo de su pecho.

—Ojalá sea un maldito infarto y no lo que pienso—murmuró asustado por lo que sentía—¿Debes estar bromeando? No puedes, ni siquiera son tus gustos, él es todo lo contrario Lix—se dijo así mismo en tono de regaño.
Y todo aquello solo por un beso, un jodido y buen beso.

Sacudió su cabeza y se dirigió al baño, necesitaba aclarar sus pensamientos o iba a enloquecer. Justo cuando llego al baño más cercano y empujo la puerta dejó de moverse al escuchar los sonidos que salía del baño.

—Minho—un jadeo lo sorprendió haciendo que abriera los ojos de más por la sorpresa—Dios—volvió a escuchar acompañado de jadeos provenientes de un cubículo.

—Si no quieres que nos descubran cierra la boca—escucho ordenar a Minho.

—Hijo de puta, Seungmin está sufriendo y tu solo estas jodiendo con  alguien más—susurro Felix palmeando su pantalón buscando su teléfono—Mereces todo lo malo que llegue a pasar con esto—murmuró Felix lleno de cólera mientras comenzaba a filmar.

—¿Esto es por Seungmin? ¿Es tu manera de olvidarlo?—la voz de Jisung salió acompañada de un gemido que asqueó a Felix—Te odia—hablo jadeante la voz aquella.

—Puede incluso desear mí muerte—respondió jadeante Minho—Pero jamás, escúchalo, jamás lo dejaré Seungmin estará atado a mí para siempre—gimió y Felix quiso entrar y golpearlo hasta dejarlo inconsciente pero se contuvo dejando de filmar.

Minho ya había cavado su propia tumba, en cuanto Seungmin lo soltará finalmente empezaría el infierno de aquel chico y Felix estaba más que seguro de aquello, el castigo de Minho sería perder por completo a Seungmin y él se encargaría de darle un empujón aquella situación.

Better Than RevengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora