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Pov. Yongbok

El pelinegro comía tranquilamente junto a su padre cuando su teléfono comenzó a vibrar sobre la mesa mostrando la llamada entrante de su madre.

Yongbok miró a su padre con sorpresa.

—Responde—asintió su padre mientras Yongbok asentía poniendo el teléfono en altavoz.

—¿¡Acaso te volviste loco!?—el grito de Jenna hizo que ambos hombres se encogieran en su lugar—¿¡En qué estabas pensando Yongbok!?—ambos se miraron sin saber que hacer o decir.

Aparentemente la bomba había explotado antes de tiempo.

—Jenna tranquilízate—pidió el señor Lee tomando el teléfono entre sus manos—Hay una explicación así que por favor…—no terminó de hablar debido a que la mujer lo interrumpió.

—¡Escúchame, si no quieres tener problemas legales vas a traer a Yongbok mañana mismo y llevarte a tu hijo contigo!—escucharla decir aquellas palabras fueron suficientes para que el señor Lee volviera a explotar.

Horas antes cuando pidió hablar con Yongbok, a pesar de que él no quería contarle nada, él joven terminó confesando  la verdad cosa que hizo sentir el peor de los padres al señor Lee, no podía creer el sufrimiento que su hijo había experimentado, ni la situación por la que había esta pasando en el último año, no pudo contenerse echándose a llorar pidiendo perdón a su hijo quién solo negaba diciendo que nada era su culpa.

El señor Lee de inmediato quiso llamar a Jenna y reclamarle por el trabajo de madre que había estado haciendo, no tenía palabras para expresar lo que sentía hacía ella, le había hecho daño no solo a uno de sus hijos si no a ambos y eso jamás se lo perdonaría sin embargo Yongbok evito aquello diciendo que su madre no tenía la culpa y que no quería que saliera lastimada.

—¡No Jenna me vas a escuchar tú!—dijo poniéndose de pie mientras Yongbok lo miraba sin hacer nada, todo se había salido de control—¡Felix también es tu hijo y lo que ha pasado con Yongbok me deja claro solo una cosa!—elevo su voz haciendo que Jenna frunciera su ceño al otro lado de la línea, el hombre jamás le había levantado la voz—¡No todas las mujeres nacen para ser madres y tu eres un gran ejemplo!—siguió hablando sorprendiendo a Yongbok por sus palabras tan hirientes—¡Acepte deshacer la familia que teníamos con tal de que Felix no sufriera por tus jodidos traumas de los cuales claramente él no era responsable o dime, ¿qué culpa tenía él de que tu padre haya dejado a tu madre por alguien de su mismo sexo? Exacto, ninguna Jenna!—Yongbok cubrió su boca ante la sorpresa de haber escuchado aquello—Renuncie a la crianza de uno de mis hijos porque creí que sería lo mejor para todos, para que nuestros hijos crecieran bien, felices y sin tener que arrastrar traumas por nuestras acciones—su voz perdió volumen a medida que decía las palabras—Pero me equivoque, no solo dañaste a uno de ellos, no solo causaste daño en Felix quién se preguntaba a diario por qué su madre parecía no quererlo si no que destruiste a Yongbok con tus estúpidas acciones, por querer manejarlo a tu antojo, por no querer otro hijo “desviado”—su voz se cortó, estaba al borde del llanto, eran muchas emociones las que sentía en ese momento hacía la mujer—Eres despreciable Jenna y si no eres tu la que quiere problemas legales aléjate de Yongbok, me encargaré a partir de hoy de él e iré a recoger a Felix, si aún quieres hacer algo bien aunque sea por una vez en tu vida aléjate de tus hijos—cortó la llamada dejando a la mujer con los ojos llenos de lágrimas mientras volteaba a ver a su hijo quién derramaba lágrimas en silencio.

—Papá—murmuro—¿Qué fue lo que dijiste? Eso de Lix—quiso saber, la versión que él tenía por parte de su madre es que simplemente un día su padre dejo de quererla y se alejo llevándose a Felix por el acuerdo, no aquello que su padre había gritado.

—Escucha hijo creo que hay muchas cosas que tu y Felix deben saber y tal vez sea momento de revelarlas—murmuro limpiando las lágrimas de sus ojos—Todo el tiempo justifique a tu madre por el daño que le hizo a Felix haciéndome creer que habían sido sus traumas los que habían deshecho nuestra familia pero no, Jenna simplemente decidió comportarse como quiso, jamás hizo nada para arreglar sus problemas, ella no hizo nada para poder amarnos en cambio decidió hacer todo para destruirnos—aseguro aún con rabia dentro de él—Tu abuelo dejo a tu abuela cuando ustedes venían en camino, fue una sorpresa muy grande cuando la familia se entero de que el abuelo se había juntado con alguien de su mismo sexo, tan grande fue el trauma en tu madre que cuando Lix mostro comportamientos extraños en su persona comenzó apartarlo de ella, mostraba su desprecio hacía él—seguía hablando mientras Yongbok se negaba aceptar el comportamiento de su madre—La bomba estallo cuando tu hermano con ocho años de edad confeso estar enamorado de un pequeño que iba a su misma escuela—sonrió al recordar a su pequeño contarle sobre un tal Hyunnie y como olvidar ese nombre si Felix lloro tanto al separarse de su madre y tener que dejar aquel niño ese día que abandonaron Corea—Tu madre entro en estado de histeria y la encontré queriendo hacerle daño a Felix, tu madre estaba tratando de estrangularlo Yongbok—confeso—Es por eso que tome a Lix y regrese aquí pero si hubiera sabido que tu saldrías lastimado años después también te hubiera traído conmigo—limpio sus ojos espantando todo rastro de lágrimas.

—¿Ella trato de asfixiarlo?—inquirió con sus voz temblorosa.

—Puede ser sorprendente pero si hijo, creo que por eso Jenna se refugio solo en su trabajo, su consciencia esta realmente cargada como para tener su mente desocupada—respondió el señor Lee mientras Yongbok se acercaba a él para abrazarlo.

Saber todo aquello lo había dejado impactado ahora solo necesitaba que su hermano estuviera de vuelta, quería ser él quién ahora curara sus heridas.

De los dos, Felix era quién realmente estaba lastimado.

Muy lastimado.

Better Than RevengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora