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—Cariño, ¿qué te trae por aquí?—la señora Lee se vió sorprendida al atender la puerta y ver de quién se trataba—No sabía que venías o hubiera preparado alguna comida—dijo cubriendo una parte de su cara con su cabello.

Aquella acción hizo que su corazón se encogiera al recordar que hace apenas unos meses él estaba haciendo lo mismo, por más que quisiera darse la vuelta y salir de ahí sabía que no podía, no podía ignorar lo que pasaba ni mucho menos podía sentirse bien porque Minho estuviera recibiendo su “karma”.

—Nada de eso señora Lee—le tomó las manos regalandole una sonrisa—Solo he pasado a saludar, ¿esta Minho en casa?—inquirió mientras esta asentía pintando una sonrisa en su rostro.

—Si, él está en su habitación—parecía emocionada por la mención de su hijo—Gracias Minnie yo sabía que ustedes iban a regresar y que solo era una pelea de pareja, mi hijo ya no tendrá que soportar más a su padre—Seungmin sintió como la mayor temblaba mientras sus ojos se llenaban de lágrimas—Sube ya les llevo algo de tomar—lo encaminó hasta las escaleras dándose la vuelta y yendo a la cocina.

Seungmin la vio desaparecer por el pasillo mientras sentía su corazón doler, la señora Lee y Minho no merecían estar a lado de un monstruo como lo era el padre de Minho, ellos no merecían todo el sufrimiento que este ejercía sobre ellos. Terminó de subir las escaleras mientras caminaba por un pasillo que finalmente lo llevó a estar frente a la puerta de Minho quién la tenía entreabierta dejando ver así la silueta de este, estaba sentado sobre su cama con los ojos cerrados parecía estar disfrutando de alguna melodía mientras movía sus pies, aquello hizo sonreír a Seungmin quién sintió pena por Minho, aún recordaba cuando eran más jóvenes, uno de los sueños del mayor era poder bailar ser un bailarín profesional sin embargo el padre de este interrumpió su sueño obligándolo a llevar deportes. Seungmin siempre influenció en la vida de Minho queriendo que este fuera tan feliz como él asi que un día sin pensarlo llevó al mayor a una academia a escondidas de su padre, Minho estuvo yendo por mucho tiempo hasta que su padre lo descubrió y le dio una golpiza advirtiéndole que si se acercaba de nuevo a ese lugar sería peor.

Seungmin siempre quiso ayudar a Minho pero él jamás dejó que lo hiciera en cambio se volvió su desahogo emocional con quién desquitaba lo que sentía y hasta ese día no entendía porque si solo buscaba ayudarlo.

—¿Seungmin?—salió de sus pensamientos cuando Minho lo llamó al notar su presencia—¿Qué haces aquí?—cuestiono algo sorprendido abriendo por completo la puerta.

Seungmin finalmente lo miró percatandose de los golpes que tenía en su rostro, volvía a verse como aquel chico de secundaria que había conocido.

—También me pregunto eso—susurro segundos después y Minho frunció su ceño ante la respuesta—¿Podemos hablar?—inquirió el rubio mirándolo a los ojos.

—¿No es lo que estamos haciendo?—elevó sus cejas el pelinegro sonriendo y Seungmin no pudo evitar rodar sus ojos—Pasa—se movió para que Seungmin pudiera adentrarse finalmente a la habitación—¿Entonces?—hablo Minho mientras Seungmin se posicionaba a lado de su pequeño escritorio.

—¿Cómo has estado?—quiso saber mientras Minho tomaba asiento sobre su cama.

—Estoy vivo así que supongo que bien—respondió encogiéndose de hombros—Pero gracias por preguntar, ¿qué hay de ti?—quiso saber mientras Seungmin trataba de regalarle una sonrisa.

—Iré al grano de todo esto—dijo el rubio acaparando la total atención del Minho—Han pasado muchas cosas durante este tiempo y se que no estas bien Minho, si estoy aquí es porque me enteré de algo y lo único que quiero es hacer las cosas que creo están bien—suspiro tratando de encontrar las palabras correctas—Yongbok tiene un gemelo quién se ha estado pasando por él durante este tiempo y es quién ha publicado todo sobre tí, todo esto a raíz de lo que tu le hiciste a su hermano—contó mientras Minho elevaba sus cejas con sorpresa—Ni siquiera se porque hago esto—cerró los ojos por un momento mientras de su mochila sacaba una cartera negra—No se por que lo hiciste y tal vez ya no quiera saberlo sin embargo se que no me lastimaste porque quisieras Minho, realmente te conocí—dijo estirando la cartera en su dirección—Como último acto de amor hacia el chico que algún día conocí y del que me enamore quiero que seas libre, que no vivas con miedo y que por fin seas feliz—Minho tomó la cartera con sus manos algo temblorosas viendo el interior de esta.

Better Than RevengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora