Viaje

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A pesar de que luego eran una gran alegría, odiaba el inicio de un nuevo proyecto en la empresa. Todo era difícil y complicado, y tenían que estar muy encima de cada paso que se daba, para que todo saliera bien, así que no estaba nada contento ahora mismo. Tenía muchas cosas que discutir con los de Marketing. Su padre tampoco era una joyita en esos momentos, así que eso solo complicaba las cosas. El tampoco estaba de muy buen humor, por que como le ocurría siempre que tenían un proyecto nuevo entre manos, estaba de trabajo hasta las cejas. Ni siquiera podía permanecer unos minutos despierto, una vez que se acomodaba en el coche, y pese a que se pasaba el día ansiando pasar un rato con Emma, no podía permanecer consciente. Caía dormido en seguida y eso le molestaba. Llevaba una semana, desde que habían empezado la preparación del proyecto, sin apenas hablar o pasar tiempo con Emma. Parecían más distantes ahora, que antes.

De un modo otro, tenía que encontrar la manera de dejar un poco apartado el trabajo, y dedicarle tiempo a Emma.

—¿Noah? Ven a mi despacho, necesitamos hablar las propuestas hechas por Marketing.

Soltando un suspiro hastiado, cruzo los brazos sobre el escritorio, y apoyo allí su cabeza. Lo último que necesitaba ahora mismo, era una conversación de trabajo con su padre, cuando los dos estaban muy quemados. Llevaban semana y media con el proyecto, es decir, era un bebe que tenían que cuidar y mimar, hasta que creciera y se convirtiera en todo un hombrecito que echar al aire para que volara, sin embargo, hasta que eso llegara, iba a tardar mucho tiempo.

No contesto al intercomunicador que conectaba con su padre, el simplemente se puso de pie y le dio la orden correcta a turco, para que lo llevase hasta el despacho del gran jefe. Cogió su carpeta con todos los documentos que sabia iba a necesitar y permitió que el perro lo llevara al destino marcado.

En cuanto llego al umbral del despacho de su padre, suspiro para sí al entrar.

—Se que no tienes ganas de tratar esto, pero cuanto antes no lo quitemos de encima, mejor. Tengo planes para ir a cenar con tu madre, y ya sabes cómo se pone si llego tarde.

Sonrió ante el tono de su padre. Su madre era una mujer con carácter, y mantenía a su padre de puntillas todo el tiempo. A ella no le importaba, decirle unas cuantas verdades, y si el hombre se atrevía a llegar tarde a una cita, le iba a ir muy mal a su pobre padre.

—Vamos, siéntate y terminemos cuanto antes esto.

Turco le ayudo a llegar a una silla, y luego se desplomo en el suelo, cuando ya no se le necesito más. El abrió su carpeta, y saco los documentos que tenían que tratar. Juntos, empezaron una pequeña reunión y expusieron ideas y formas de hacer correctamente todo el asunto del proyecto, incluyendo el problema con Marketing. Ellos querían hacerlo de una manera mucho más eficaz, aunque más difícil. Pero su padre y el nunca habían sido de los que iban por el camino fácil.

Después de lo que fueron horas, llegaron a un acuerdo, de hablar con todo el grupo que estaba trabajando en el proyecto, para sacarlo adelante.  Iban a ser un poco egoístas, y hacerlo a su propia forma. De ese modo se aseguraban que el proyecto fuese bien, aunque por supuesto, iban a contar con los demás para hacerlo.

—¿Dónde vas a llevar a mama?

Pregunto con curiosidad. Normalmente, él y su padre, tenían un gusto parecido en restaurantes. Solían disfrutar de los mismos lugares, así que podría ser una gran idea para un futuro. Si se le presentaba la oportunidad, invitaría a Emma a su restaurante favorito. No al de su amigo Philip, si no a uno al que siempre había ido con su familia, y donde ya tenían una mesa permanentemente reservada.

—Nuestro amigo Erik, ha abierto un nuevo restaurante, y nos ha invitado.

La sonrisa en la voz de su padre era obvia. No había nada que más le gustase al hombre, que complacer cualquier capricho de su esposa. El amaba a Roxanne. Siempre lo había echo, y aun a día de hoy, hacia todo lo posible por darle lo mejor. Aunque el recordaba una infancia, donde su padre estaba un poco ausente por el trabajo, también recordaba despertarse por las noches y bajar a por agua, y escuchar una suave melodía sonando en el salón. Podía oír los pasos suaves de sus padres, mientras bailaban. También recordaba las innumerables veces que llegaban ramos de flores sin ningún motivo, mas que le de darle una sorpresa a su madre. Su padre era un hombre que aun estaba enamorado de la mujer que le había dado tantos años de felicidad.

Cuidaré de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora