𝘽𝙖𝙙 𝙇𝙪𝙘𝙠| WenClair AU

▐ 𝙲𝙰𝙿 83▐

Yoko Tanaka fue dada de alta a los diez días de haber ocurrido el incendio, y era la primera buena noticia desde entonces.

Así que se subió a un taxi con una sonrisa en el rostro, aún seguía teniendo tos, no debía seguir respirando oxígeno pero si tenía que nebulizarse diariamente tres veces, más tomar unos antibióticos y tenía un inhalador que usaría sólo si la tos la molestaba demasiado.

Pero estaba feliz de salir, volvería a ver a sus lindos novios y podría dormir en su cómoda cama con aquellos dos mimosos en vez de una dura camilla y con frío, sintiendo el olor del hospital, ese aroma a suero y desinfectante.

En verdad, no sabía que iba a extrañar tanto los abrazos de Xavier al dormir, o el suave olor del shampoo en los cabellos de Rowan.

Le indicó la dirección al taxista con una sonrisa, y a las pocas cuadras de comenzar su vuelta a casa, recibió una llamada de Enid.

— ¡Enid! Ya salí del hospital, estoy yendo a casa, ¿Estás ahí?

— Y-yoko...

Su sonrisa se borró, la voz de la rubia sonaba rota, y se escuchaba su llanto.

—¿Enid? ¿Qué pasa?

— E-Encontré a M-merlina...

— ¡¿En serio?! ¡Sinclair! ¿Dónde estaba? ¿Cómo? ¿Cómo está?

— Está muerta, Yoko — la voz de Enid sonó cargada de rabia, el pecho de Enid se sintió comprimido —. Murió, Yok. La mataron... La mataron a golpes y murió en mis brazos, ¿Entiendes? — Enid lloró con dolor, Yoko comenzó a llorar en silencio —. Es una mierda... Una puta mierda....

— Enid, yo.... Lo siento — su voz se quebró, comenzó a negar, mientras lloraba un poco más —. Lo siento amiga, no la encontramos a tiempo... Perdón, lo prometí y no...

— Y ya es tarde, Yoko — dijo Enid, del otro lado de la línea —. Estaré en casa unos días, déjame sóla, no vengas, ni tú ni nadie... Déjenme estar sola.

— Enid, no creo que sea lo mejor, yo-

— Sola, sola, sola.... Como por el resto de mí vida.

Yoko no supo que contestar, las palabras no salieron, y a los segundos Enid cortó, dejándola escuchando el pitido de la llamada finalizada y el corazón roto.

Enid suspiró con cansancio, guardó el celular en su bolsillo y se volteó a la cama, donde Merlina dormía en posición fetal, con algo de hielo en los moretones que más le dolían.

Las palabras de Bianca resonaron en su cabeza de nuevo.

"— Nadie puede saber qué está viva, no por ahora, es más que suficiente que nosotras tres lo sepamos, mientras más gente piense que está muerta, mejor."

Se acercó a ella, se quitó los pantalones y la remera, quedando sólo en ropa interior, y se metió en la cama al lado de la pelinegra.

Acarició su rostro con cariño, luego sus orejas, sonrió un poco, dejó un beso en su frente, en su nariz, en sus mejillas y en sus párpados, hasta que la felina soltó un murmullo molesto mientras fruncía ligeramente el ceño.

"— Deberás esconderla, de todos, ni siquiera tu mejor amiga podrá saberlo, no salgas de casa, y muchísimo menos que salga ella, Divina tiene espías en todos lados, tiene gente que te vigila a tí específicamente, Merlina, tiene ojos en todos lados".

Enid rió ligeramente, acarició sus orejas un poco más y la linda híbrida entre ronroneo sin dudar, abrió ligeramente sus ojitos, aquellos ojos grises habían recuperado algo de su brillo, pero la gatita seguía recuperándose.

— Baby Meriie~

— Mmjm~ — Merlina se acercó más a ella, pegando su cuerpo contra el de Enid, sus brazos rodearon la cintura de la rubia, los de Enid rodearon por sobre los hombros de la felina, y dejó besos en sus oscuros cabellos, y en sus orejitas, haciendo que estás se sacudieran y volviera a reír.

— Te amo, te amo tanto, pequeña.

— Enidnie, también te amo.

La rubia sonrió ampliamente, una mano se acercó al rostro de Merlina con delicadeza, la hibrida tenía oscuros moretones en sus mejillas y graves ojeras, pero aún así sonrió, y le pareció hermosa.

Juntaron sus labios de nuevo, los besos nunca eran suficientes para compensar lo ocurrido, los abrazos, los mimos y las lágrimas tampoco, el salado sabor de sus lágrimas mezcladas se juntó con sus labios unidos, y se mezcló con el sabor del amor y del alivio que sentían por volver a estar como debía ser.

Merlina ronroneó en un tono suave y bajo que Enid sólo pudo definir como totalmente amoroso, y su corazón creció con el amor que le provocaba aquel agradable ruido y la vibración de su pecho contra la de la hibrida.

" — Yo diré que esta muerta, esa es la coartada, y no dejaré que regrese a aquel lugar de nuevo, porque sé que si lo hago, Divina va a matarla en serio."

Se separaron y se miraron con todo el amor de sus almas, sus ojos estaban brillantes pero fácil cada brillo podría ser los corazones que se formaban cada vez que se miraban de esa manera.

— Te amo, Merlina, no me cansaré de decirlo nunca. Y lo diré mucho estos días, aunque te harte.

— No me molesta escucharlo — Merlina sonrió de forma encantadora, mostrando sus adorables encías —. Y también te amo mucho, Enid. Te corresponderé toda la vida.

Se abrazaron y se acomodaron, acoplando sus cuerpos juntos, en una calidez que ambas extrañaban y necesitaban más que nada en el mundo.

Y durmieron, ambas con el amor de su vida en brazos, reunidas después de una eternidad.

"— Y si se entera de que Merlina está viva, me matará a mí primero. Y luego irá por ustedes."