𝘽𝙖𝙙 𝙇𝙪𝙘𝙠| WenClair AU

▐ 𝙲𝙰𝙿 96▐

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— Recuerdo cuando estábamos saliendo, Enid — Divina caminó con lentitud por aquella oscura y amplia habitación, los pocos muebles de esta habían sido corridos para dejar espacio, lo único que estaba en el medio de esta, eran las sillas donde la pareja estaba atada, cada una en la propia, y a metros de distancia de la otra.

Enid había sido la única de las dos que había peleado, incluso después de estar atada con fuerza, incluso, con más nudos que su novia.

Merlina, en cambio, sólo se había dejado, y ahora estaba sentada frente a Enid sin más, su cabeza gacha y su cabello cubriendo su rostro, sin querer ver nada y sin que se noten sus lágrimas, se sentía consumida por dentro por la culpa, Enid estaba allí por su culpa y no quería que su humana sufriera como ella.

— Recuerdo cuando comenzaste con tus argumentos a favor de los híbridos y tal... — Divina suspiró —. Tendría que haberte corregido más, Enid... ¿Lo hice varias veces no? Varias veces te hice entrar en razón...

— Me hacías lastimarla — murmuró Enid, rechinando sus dientes —. Tarde en entender que eras una manipuladora de mierda.

— Otro híbrido del montón lastimado, no hay nada que hacer.

— Hay que matarte para que ellos no sean lastimados.

Divina rió.

— Nunca podrán conmigo, Enid— dijo, sonriendo ampliamente —... ¿Recuerdas cuando nos emborrachamos juntas? ¿Y después lo hicimos en el baño del lugar?

Merlina sollozó al escuchar eso, a pesar de que estaba más que segura que había sido antes de que ellas comenzaran a salir, le dolió.

Y Enid se arrepentía de ese día un montón, puesto que había sido ella misma en que había llegado ebria a la casa de Yoko después de abandonar a su actual novia allí durante todo el día, y todos sabían qué había echo después.

— Fue la mejor cita que tuve en mi vida — dijo Divina con una sonrisa.

— Fue de los peores días de mí vida — dijo Enid.

Div rió.

— Algo escuché de lo que hiciste después — dijo, sin darle importancia —. Pero fue nuestra última buena cita, Enid, por eso me da lastima recordarla. Después de eso comenzamos a discutir más, recuerdo que te ibas de tan malhumor.

— Y me las agarraba con todos para no romperte la cara... Si lo hubiera hecho antes.

— No me hablaste por días y cuando te pedí una última oportunidad me terminaste — murmuró la castaña, en tono melancólico.

Había sido el mismo día en que Merlina había captado el olor de Divina en sus ropas, después de que creía haberlo arreglado todo y sólo la había vuelto a cagar.

— ¿Y todo por ella? — Divina señaló a la hibrida, Enid la miró y se sintió quebrarse por dentro al verla temblar por el llanto —. No te tenía así, Enid, antes eras distinta. Cambiaste por ella.

— Y no me arrepiento una mierda — dijo la rubia, mirando los ojos oscuros de la castaña, quién apretó sus labios en una mueca.

— Sabes... Aún te amo — confesó Divina —. Y sólo por eso, te voy a dar una última oportunidad para salvarte.

— Eres una puta psicópata y si fuera por mí no te habría ni hablado el primer día.

Divina parecía sorprendida, algo brillo en sus ojos y Enid creyó que eran lágrimas, pero no sé sintió nada mal por estas.

En un movimiento rápido, la castaña se acercó a ella y levantó su mentón, unió sus labios con fuerza, en un beso bruto, que en un principio Enid se negó a seguir, hasta que tuvo una mejor idea y tomó el labio inferior de Divina entre sus dientes para morderlo con fuerza, hasta que esté tuvo que separar con un quejido de dolor y el labio sangrando.

Una vez liberada del beso, Enid escupió la saliva de la otra que había quedado en su boca, sintiendo su estómago revolverse con asco.

Divina llevó una mano a la sangre que caía de su labio, con una mueca de dolor, miró el líquido rojo oscuro y su ceño se frunció.

— ¿Pero quién mierda te crees? — alzó su mano para abofetearla, pero no tuvo tiempo de tocarla cuando Merlina habló por primera vez en todo ese rato.

— ¡No! A ella no... — rogó, sus mejillas estaban bañadas en lágrimas, atrajo las miradas de ambas, y por más que Enid negó, no le hizo caso —. Golpéame a mí.

Enid volvió a negar, a Divina le causó verdadera gracia esa situación así que río.

— Creo que te va a doler más si la lastimo a ella, ¿Verdad? — preguntó la castaña, mirando a la rubia, antes de separarse de ella y acercarse a la hibrida, ignorando los pedidos de Enid para que no lo haga.

"A todos los integrantes de la Organización, presentarse de inmediato frente a las puertas del Hotel D'Brave para una intervención de emergencia. La policía ya está yendo al lugar, hay víctimas humanas involucradas ahora, a demás de los híbridos."

Era el mensaje que había llegado a todos los contactos de la organización, y Yoko lo leyó de todas formas, a pesar que estaba con el jefe de la ciudad de la organización, el mismo que había enviado el mensaje.

— ¿Por qué tiene que desaparecer un humano para que la policía de la ciudad nos de importancia de verdad? — murmuró Yoko, mirando el suelo.

Se seguía sintiendo como la mierda por dentro, pero en ese momento tenía que ir a rescatar a su mejor amiga, quien valía mucho más que un corazón roto.

— Porque la gente sigue siendo una anticuada — murmuró el jefe, un hombre de mediana edad pero que ya tenía la mayor parte del cabello blanco, por estrés, seguramente —. Hasta hace cuarenta años eran un invento genético y un montón de animales con complejo de humanos.

Se miraron un momento y Yoko quiso suspirar se frustración.

— La historia es larga y es una mierda — dijo el hombre de forma honesta, tomó su abrigo —. Algún día si quieres te la cuento, pero ahora tenemos que ir a tirar abajo un hotel, vamos, te llevo en mi auto — dijo, comenzó a caminar hacia la salida del lugar, al girar en la puerta para ir al pasillo, fue sorprendido por el pelinegro que estaba apoyado en la pared junto al umbral.

Yoko miró a Lucas sin entender porqué estaba allí.

— No van a poder entrar al hotel si no saben por donde ir — dijo, enderezándose.

— ¿Cómo?

— Para llegar al sótano no es tan fácil como tomar el ascensor — dijo, una pequeña sonrisa se formó en sus labios —. Yo los voy a guiar. Conozco el camino.

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