El cuentacuentos escribe las historias que otros le cuentan a él.
Se sienta en una mesa, a solas, con su cuaderno y lápiz de papel.
Son horas y horas de busca y encuentra palabras que jamás escuché.
El cuentacuentos narra todo lo que otros hacen, todo lo que él ve.Es de conocer, él es quien te enseña a través de moralejas,
Lecciones de vida, tú deberás aprender.
Es de sabios saber que es él quien te advierte,
Pues no todo lo que ves, es lo que ves.Entre libros, sea drama o acción,
suspenso y terror
hasta el más empalagoso romántico amor.
Siempre tendrás al cuentacuentos
contándote una nueva anécdota
para tu satisfacción.Érase una vez un chico que soñaba con conocer el amor, tener la vida de sueño que idealizó gracias a un montón de películas en su niñez.
Lamentablemente, crecer es trágico, querer es perder y el amor camina de la mano con el dolor.
Jamás se imaginó que su vida sería catastrófica, jamás pidió nacer, ahora tiene que lidiar con la idea de cumplir las expectativas de sus familiares, amigos y quien sea que lo llegue a conocer.
Difícil es ahora, pues se visualizó conquistando el mundo, ahora tiene veintitrés, dos gatos y traumas por doquier.
Érase una vez la historia de un chico que soñaba con el amor conocer. Lo hizo. A través de sus amigos, familiares y desconocidos también, ahora él se encuentra narrando sus historias entre páginas en blanco en los cuadernos que compró en su niñez.
Ahora, sabe que ser adulto apesta, que más le queda que vivir a través de su delirante mente, aprovechar el don con el que nació, incluso si es miserable, incluso si deja de doler.Todo lo que sabe es que tiene veintitrés, y el cuentacuentos jamás obtiene su "felices para siempre."
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aprendiendo a amar.
PoesieAquí estamos ahora, 50 poemas que narran mi agridulce travesío por los 23; una montaña rusa de emociones sin más, un caleidoscopio de múltiples colores y gritos ensordecedores; una voz, un lápiz, un papel, un corazón tan sensible y delicado que no c...