aprendiendo a amar.

fin.

En mi mente he escrito millón poemas,
me gusta exagerar
sobre las mil y una formas en las que quiero escribirte y decirte lo mucho que me gustas,
o tú llamándome para decirme que me quieres ver,
o tal vez tú, pidiendo mi ubicación diciendo que me recoges en 10.

Fantasías, fantasías y más fantasías que idealizo y divagan por mi vasta mente,
odio mucho ser inteligente,
eso solo me trae pensamientos involuntarios que desestabilizan mi psique.
Así que, no los escribo,
solo los ignoro esperando con paciencia que muy pronto, no será así,
desaparezcan.

Pero, como era de esperarse,
y es que es tan inevitable.
Yo, termino haciendo todo lo que evito hacer para no pensarte.
Terco corazón, judas entró a mi mente,
porque lo único que sabe hacer es traicionarme.

Ahora me encuentro escribiendo algo fingiendo que no es sobre ti.
Cuando, obviamente,
tiene todo tu nombre escrito en cada verso, en cada rima,
soneto o estrofa que posea.

No me queda más que agregar,
que ojalá se desvanezca este sentimiento que me mantiene paralizado,
en destiempo,
adormitado,
solo queriendo soñar más, más y más...
para así verte y sonreírte,
y fingir que mi sutil coqueteo funciona y tú,
te enamoras de mí.

Lo sé, no debería pensar en eso, pero ya es tarde para mí.
Pues ya hay una serie de corazones escritos en el cuaderno;
donde escribo,
describo, y desnudo
cada uno de mis sentimientos, con tu inicial en medio.
Fin.