todo lo que empieza bien, a propósito, termina mal.

5 1 0
                                    

El sonido de tu voz aún hace eco por mi habitación.
Eres un fantasma atormentándome sin razón.
Todavía recuerdo como todo empezó.
Fue solo un mensaje, inocente, supuse yo, hasta que de repente estabas llamándome sin razón.
Fue por educación,
sé que no debí hacerlo pero tú ya me tenías bajo tu control.
Junio fue cruel para ambos pero al final nos lo recompensó poniéndonos en nuestros caminos, se podría decir, - el destino nos juntó.-
¡Qué mal le resultó!
Solo te tomó semanas para apoderarte de mis noches y mis días, de todas mis fantasías, jurando algún día las cumplirías.
Solo bastó una nota de voz y quince segundos de tu voz recitando aquellas palabras que resquebrajaron mi corazón.
¡Qué fácil te resultó!
Fueron dos meses de aislamiento voluntario, nadie me vio, mi piel aclaró, mi cuerpo se adelgazó, pero mi corazón, por lo menos, sanó.
¡Qué mal todo terminó!
Creí que volver al mundo exterior me traería algo mejor, lo hizo, pero aun así, te extraño en noches como las de hoy.
Empecé a odiar todo lo que tu presencia me recordara, me alejé de todo lo que una vez amé solo para no pensar en el imbécil que una vez amé.
Poco a poco todo cambió, el día de tu cumpleaños llegó, ni ebrio ni drogado, por la mente, jamás se me pasó.
Así, poco a poco entendí que la vida es así.
Comprendí que tenía que conocerte para saber lo que no quiero recibir, te tomo de ejemplo, si eso te hace feliz.
Es sencillo amar, pero muy difícil olvidar.
He creado un dicho al final:
- Todo lo que empieza inocentemente, a propósito, termina mal.

aprendiendo a amar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora