Rosa pastel, el alcohol que bebimos.
Azul profundo, el cielo oscuro nocturno.
Rojo pasión, distanciados en la habitación. Negro azabache, tus ojos y el largo de tu cabello.
Guitarrista inexperto,
Las yemas de tus dedos,
Cuerdas afinadas,
Armonización alcanzada.
Sus manos viajan por mi cuerpo al compás de la guitarra eléctrica de mi canción favorita del 89.
Entonaste todas mis canciones favoritas,
Me viste bailar bajo el cielo en tonos carmesí.
Si las miradas hablaran,
la tuya dijo cosas que jamás escuché decir.
Lobo gris con delirios de alfa,
La delicadeza de la luna,
Admiraste su magnificencia,
Aullaste solo para ella.
Susurré a tus oídos palabras que jamás habías conocido su verdadero significado, no las pudiste entender.
Pensar está demás,
No veo la necesidad de acabar.
Te veo, me ves.
Te siento, me posees.
¿Te quiero? Tal vez.
¿Te tengo? No sé.
¿Soy tuyo? Siempre.
Pensar no está mal
Cuando eres tú a quien suelo imaginar.
La guitarra eléctrica, tus manos inexpertas.
No dijiste nada más que tu mirada, juré jamás volvería a caer.
La luna nubosa, el que calla otorga.
La ignorancia, la rabia y la frustración de no pertenecerme.
Jamás pasamos de moda, pensé.
"No volveré a escribir sobre ti", te dije.
Mentí otra vez.
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aprendiendo a amar.
ПоэзияAquí estamos ahora, 50 poemas que narran mi agridulce travesío por los 23; una montaña rusa de emociones sin más, un caleidoscopio de múltiples colores y gritos ensordecedores; una voz, un lápiz, un papel, un corazón tan sensible y delicado que no c...
