aprendiendo a amar.

Intentaré resumir todo lo que siento

Así que no me explayaré demasiado,
simplemente quiero dejar un par de cosas en claro;

La verdad, soy reacio al pensamiento de manos ajenas a las tuyas manchando las paredes del cuerpo que tú pincelaste.
Me vuelvo arisco como gato cuando otros ojos que no son los tuyos me admiran desde la distancia.
Mis labios son ajenos a las texturas de todos aquellos que juran ser mejores besando que el hombre por quien escribo esto.
Para resumir, te extraño.

Es cierto, mis labios son devotos difamadores de tu nombre y de tu imagen cada que conocen a alguien.
Mis ojos desprecian con fervor cada hebra de cabello, barba y vello de todo tu tan omnipotente ser.
Mi mente baila entre rituales de malicia, manifestándote lo peor; ya sea por envidia o por rencor; no te soporto, pero aun así tu vivo recuerdo me visita en cada sueño que tengo.
Para resumir, te odio.

Más mis manos se declaran culpables al ceder ante la memoria de mi piel, cuando las yemas de tus dedos le susurraban lo delicada que es.
Sin embargo, son mis oídos unos tontos, fingen estar sordos solo por no soltar el eco de tu voz repitiendo "eres mío" una y otra vez.
También he de añadir, la culpa de todo esto es de mi cuerpo entero que te añora desde la última vez, incluso mucho antes de despedirme de tu ser.
Para resumir, te deseo.

Como lees, como escuchas, como ves, como hablas, son todos tus sentidos que me tienen del revés.
Como besas, como miras, como cantas, como tocas la guitarra, son todas tus acciones que mantienen prisionera a mi mente.
Como caminas, como ríes, como bailas, como aclamas al placer de tan diminuto ser, son todos esos detalles que atesoré.
Como te explico, como te lo digo, como te hago entender.

No me quiero explayar tanto, así que te lo resumiré;
En dos palabras, te...