-Hazlo por el libro o hazlo por tu corazón, sea lo que sea, estarás bien.
Es lo que me digo antes de involucrarme sentimentalmente con un ejemplar potencial a volverse el amor de mi vida o el dueño de mi melancólica poesía.
El juego del camaleón es mi favorito al conocerte, pues te enseño facetas que solo quiero.
Soy calculador, muy críptico, así que no intentes ocultarme quién eres, pues por si no te has dado cuenta, también soy un poquito obsesivo, seguro ya averigüé dónde fue el último lugar en el que estuviste.
El juego del gato y el ratón, unos le dicen amor, a mi me gusta correr y esconderme y hacerte creer que sobre mí tienes poder para ver hasta dónde llegas, así saber si de verdad mereces y vales la pena.
El juego del quemado, es mi favorito al final. Aquí es donde yacerán todas las que a escondidas creíste salirte con la tuya, pero yo ya sabía todo lo que me hiciste, como y quien te metiste. Me llamaras maniático, sociópata, una vez me apodaron el mismo diablo pues, su miedo más grande se cumplió y terminé escribiéndole tres libros al pobre pastor. Espero, te prepares pues jamás he sido misericordioso, tampoco intento acabar con tu reputación, solo me estoy desahogando de este tan agrietado y tan oscuro corazón que tú partiste en dos.
-Al final de todo, sí, yo salí lastimado, pero tú has sido banalizado.
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aprendiendo a amar.
PoesiaAquí estamos ahora, 50 poemas que narran mi agridulce travesío por los 23; una montaña rusa de emociones sin más, un caleidoscopio de múltiples colores y gritos ensordecedores; una voz, un lápiz, un papel, un corazón tan sensible y delicado que no c...
