Abrazo una almohada para no sentirme solo,
para no desistir ante esta pesadumbre,
una oscuridad que me abraza desde que tenía seis.Me siento tan inestable,
tan frágil, tan vulnerable,
quisiera que veas el desastre que estoy hecho.
Tal vez, te maravillarías de ver
tan magnifico y hermosamente fascinante desastre que soy
para retratar... o tal vez no.Me siento aburrido,
como todo va lento,
como todo se acaba de a poco,
es una especie de transición otoñal,
todo se vuelve más oscuro,
más frío, más delicado,
ojalá pudieras verme como yo lo hago,
me recuerdas mucho al sol de mediodía
y a la luna llena de aquel día.Mírame, estoy aquí,
soy la vela en la alcoba,
me pregunto si pensaste en las consecuencias que
podrías causar por dejarme así
si te acuesta a dormir.Mírame, estoy aquí
esperando a que te percates,
a que me notes,
a que te des cuenta que
yo soy la vela en la alcoba,
aquella que tú encendiste una noche fría,
y ha estado iluminándote desde entonces.No me dejes así.
Me estoy extinguiendo sin viento,
me consumo entre la cera
sobre la cómoda
en la que me pusiste,
parecía un pedestal.Mírame, estoy frente a ti,
una pequeña llama apunto de perecer
ante la ignorancia de aquel hombre
por quien brilló e iluminó
aquella alcoba cubierta en mantos finos de polvo,
como encaje.No me ignores, no me dejes,
no te vayas y te alejes.
Vuelve, enciéndeme,
hazme sentir importante.
Tómame entre tus manos,
sin importar que te quemes.Vuélveme el rayo de sol en tu día a día,
no me dejes siendo la vela en la alcoba
que encendiste un día y dejaste morir
sabiendo que su mecha perecería.
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aprendiendo a amar.
PoesíaAquí estamos ahora, 50 poemas que narran mi agridulce travesío por los 23; una montaña rusa de emociones sin más, un caleidoscopio de múltiples colores y gritos ensordecedores; una voz, un lápiz, un papel, un corazón tan sensible y delicado que no c...