Maldigo cada segundo que en ti perdí, pero por ti, ahora soy puntual.
Detesto cada aliento que por ti suspiré, pero por ti, no me controla la ansiedad.
Me fastidia cada tenedor que veo en la mesa, pero por ti, ahora los sé usar.
Me da asco el olor a cerveza, pero por ti, ahora me sé alcoholizar.
Desprecio todo aquello que guarda misticismo, pero por ti, ahora sé cuándo callar.
Odio demasiado el gris, el verde, y el azul también, pero por ti, es lo único que sé usar.
Soy el reflejo de todo lo que por ti una vez disgusté sin dar razón alguna a validar.
Ahora soy un mosaico hecho de quienes una vez amé más que a mi propio pesar.
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aprendiendo a amar.
PuisiAquí estamos ahora, 50 poemas que narran mi agridulce travesío por los 23; una montaña rusa de emociones sin más, un caleidoscopio de múltiples colores y gritos ensordecedores; una voz, un lápiz, un papel, un corazón tan sensible y delicado que no c...