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CALIX
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La primera reglar de este mundo es aprender a esconder tus cadáveres
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.Aspire el aroma de Aurora. Todo el salón se estaba despejando, habían anunciado la cena y si conocía a Prieto no sería una cena del todo privada.
Tomé su mano y la guíe al comedor, seguido de mis hermanos.
Mire de nuevo su vestido y un orgullo enorme lleno mi pecho, ella había evolucionado a una mujer tan fuerte, tan decidida, podía ver su brillante luz y también su feroz oscuridad. Ella había sido hecha para mi.
Acaricie su espalada mientras se sentaba y la sentí tensarse, sonreí, me gustaba ponerla nerviosa.
Tomé un lugar a su lado, mi hermano Hades la acompaño a su izquierda y kann a mi derecha. Ella estaba más protegida qué cualquier persona en este habitación.
Mire a Alex y la sangre me hervía. Lo había dejado vivo suficiente tiempo para que ella pudiera tener venganza, pero ya era hora, no podía pensar en sus manos encima de ella, la sola idea me hacia enfurecer tanto que mi mano casi temblaba por dispararle en este momento. Pero con lo que pasaría daría el comienzo a todo.
Lo haría sufrir a él y a cualquier persona que le hubiera hecho daño a Aurora.
Metí mi mano en la abertura de su vestido y le di un apretón, ella se relajo con mi toque en su pierna.
Me acerque a su oido- pase lo que pase- le susurré bajo- no grites- dándole un pequeño beso en su cuello me aleje.
Podía sentir los ojos de todos en nosotros, preguntándose qué hacíamos aquí. Eramos los parias, el hijo de un capo qué eligió tener una vida fuera de las reglas de la mafia y así seguiría siendo mientras viviera, no me arrodillara ante nadie y jamás dejaría que alguno quisiera menospreciar a mi hermano como un bastardo, primero les arrancaría los ojos.
Los ojos de Alex se posaron en la mano que tenía en Aurora y yo sonreí un poco, mirándolo. Abiertamente estaba tocando a su esposa, solo en papel, un papel qué pronto no existiría, ella era mía. Solo mía.
Su mejilla estaba partida, al igual que su labio y la satisfacción qué sentía se comparaba con pocas cosas. Mi chica había hecho eso.
-Creo qué vas a necesitar ayuda- comento kann a Alex mirando su dedo roto- si quieres les pido que te corten la carne en trocitos pequeños.
La pena en la voz de mi hermano era casi genuina, pocas personas eran mejores para manipular palabras y emociones como él. Podía hacerte sentir realmente tristeza, incluso rebanandote el cuerpo.
-Tu.. -Alex empezó a decir pero un tintineo en la copa de Pietro lo hizo callar.
En la mesa estában algunos políticos importantes, asesinos, y capos qué tenían tratos con Pietro.
Mis ojos a penas se posaron ellos. Eran solo hormigas para mi.
-Me alegra que todos accediera a estar conmigo en esta reunión- comenzó diciendo Pietro, mi querido primo.
A los capos no solía gustarle qué Pietro y yo hiciéramos tratos. Se suponía que su lugar sería mio, cuando mi padre murió y regresamos a este país, la sucesión de la mafia italiana era mía. Pero tenía que dejar a mi hermano de lado, dejarlo en Rusia no era opción y seguir sus reglas tampoco.
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VENDER MI ALMA
RomanceDicen que el destino son la acumulaciones de nuestras decisiones, pero cuando creces como Aurora esa no es una realidad. Nunca había tomado una decisión significativa en su vida; desde su matrimonio forzado, hasta la "casa" o jaula donde pasaría en...