AURORA
.
.
El dolor es algo curioso, cuanto se puede soportar, con cuanto puedes vivir
.Me estaba poniendo una calibre 22 atada a la pierna cuando el teléfono sonó.
Salí de la habitación principal de la mansión y corrí hasta la sala donde esta Hades, tomo el teléfono y lo puso en alta voz.
-Sacala de ahí, ¡ahora! -ordenó Calix. Su voz sonaba cansada.
¿Estaba herido?
-Calix -llame.
-Es una trampa. Ahora, Hades punto de encuentro 22233778.
-Copiado- respondió Hades antes de que se contara la llamada.
Y en ese momento escuche una explosión.
Miré a Hades.
—No te separes de mi— ordenó —vamos al jeep blindado qué esta al costado del garaje.
Nina llego a nuestro lado con mi hermano y Carlos.
—Lleva a Carlos y Adam a la ubicación de seguridad, yo iré con Aurora para encontrarme con Calix.
—Voy con mi hermana —replicó Adam.
Otra explosión y disparos, estaban intentado entrar en la mansión. Teníamos qué salir ahora.
—Bien— gruñó Hades— no hay tiempo.
—Nina después de asegurar a Carlos organiza a los hombres, no dejes entrar a nadie y mantente con vida.
Ella asintió pero por primera vez vi algo de duda en sus ojos. Hades salió de la sala y yo lo seguí, aunque alcance a escuchar y ver como Nina tomaba a mi hermano de su camisa y lo besaba.
—Sin arrepentimientos— le dio un último beso.
—Sin arrepentimientos— respondió él —pelearemos otra vez Nina ivanova.
Mi hermano llego a mi lado y juntos seguimos a Hades.
Le di un apretón a Carlos antes de irse y ya no quedaba nada de tiempo, me subí al jeep con Hades en el volante y mi hermano en la parte de atrás.
Hades condujo por el garaje oculto en el patio trasero. Algunos disparos llegaron hasta el auto. En poco tiempo estábamos en carretera y se enseguida dos autos empezaron a seguirnos.
Él comunicador sonó.
—Envia a unos hombres Nina nos están siguiendo.
—En camino —respondió ella. —Estan intentando entrar pero les daré el infierno.
—Esa es mi chica— casi rugio mi hermano cosa que me hizo sorprender, no sabia que sus sentimientos por Nina eran tan intensos.
—¿Tu chica? —respondió ella— no te adelantes, no salgo con políticos.
Hades soltó un suspiro y termino la comunicación.
Miré atrás y otros dos autos intentaban derribar a los que nos perseguían.
La nieve difilcutaba el manejo y en cualquier minuto sentía que íbamos a derrapar. Tenía la 22 en la mano y el corazón tan acelerado qué a penas podía respirar, solo podía pensar si Calix estaba bien, si kann estaba con él.
ESTÁS LEYENDO
VENDER MI ALMA
RomansDicen que el destino son la acumulaciones de nuestras decisiones, pero cuando creces como Aurora esa no es una realidad. Nunca había tomado una decisión significativa en su vida; desde su matrimonio forzado, hasta la "casa" o jaula donde pasaría en...