AURORA
.
Tal vez nada es solo blanco y negro. La oscuridad puede ser más llamativa que la luz.
.
.Mi cuerpo estaba tan tenso que sentía que me iba a romper en cualquier momento, podía sentir la respiración de Calix en mi mano, la cual aún tenía en su espalda.
-Hades- llamó Calix, su hermano lo miró y asintió enseguida y se fue al otro lado de la habitación.
-¡No puedes secuestrar a mi esposa¡- replicó Alex molesto.
Calix río- a diferencia de ti yo no debo obligar a una mujer a quedarse a mi lado, ella es libre de cruzar este lugar y regresar contigo.
Me moví solo un poco y pude ver directamente a Alex.
-No dudo que la tengas bajo amenazas- replicó mi padre.
Vi los ojos de mi hermano y solo había suplica en ellos. Aparte mis mirada y me enderece sabía que esto era malo, ya no había marcha atrás; pero nunca me había sentido tan decidida más fuerte, más mía y aunque no sabia que podía esperar en mi futuro estaba decidida a no regresar a mi pasado.
Calix tomo un paso hacia delante alejándose de mi toque, puse mi mano a un costado tratando de alejar mi nerviosismo.
-¿Que tiene ella de valor que yo podría quitarle? -preguntó Calix con gracia-¿que es lo que tanto ama para yo poder persuadirla?, me causa curiosidad porque desde mi punto de vista -extendió su mano señalandolos- no lo veo.
-¡Hice un trabajo para ti! -escupió Alex- así que cumple y ¡regresarme a mi esposa!
-Es una lástima que no tengas idea de lo que has traído en esos barcos.
Alex retrocedió y lo vi palidecer, no sabía de qué hablaban pero podía suponer que habían hecho un trato que no sería muy beneficioso para él.
-Aurora- llamó de nuevo mi hermano- estas arruinando todo, ¿porque no dejas esta locura y regresas a casa?.
-¿A que casa?, una prisión, no pienso regresar- afirme.
Calix volví a mi lado y yo lo miré casi suplicando que quería irme, no quería estar cerca de Alex, no quería herir a mi hermano.
Me miró solo un minuto antes de decir- vamos al auto Aurora.
Yo me apresure a salir mientras él le daba unas indicaciones a Kann, quien seguía a nuestro lado.
-Esto no ha terminado- advirtió Alex alterado, haciendo que todos miraran hacia nosotros.
-Para mí si- respondió cálix.
Alex dio un paso y mi padre lo detuvo.
Mi padre me miró con odio antes de decir -esto será una guerra si decides salir de acá con mi hija Calix.
Él hombre a mi lado solo puso la mano en mi espalda y me indico que caminara- no sacare la bandera blanca Preston, así que si quieres empezar una guerra es tu decisión.
Tan calmado como llegó me llevo por el pasillo dejando atrás la iglesia y a mi familia, se despidió de kann y subimos al auto. Leo estaba conduciendo y no sabía en qué momento había llegado, estaba algo desorientada y nerviosa.
Pasamos unos minutos en silencio, mientras el auto seguía a la mansión, traté de mantener mi boca cerrada... pero no pude hacerlo.
-¿Porque no me dijiste que ellos estarían aquí? -replique sin poder detenerme.
-Porque no debo decirte nada- respondió enseguida.
Lo miré desafiante -¡es mi vida!
-Me has vendido tu vida en el momento que me pediste ayuda- dijo sin más- y lo único con lo que has pagado es con secretos a medias que podría obtener de cualquier manera, a si que si quieres que sea cruel... te enseñaré que tanto puedo serlo, sin necesidad de ponerte una mano encima.

ESTÁS LEYENDO
VENDER MI ALMA
RomantiekDicen que el destino son la acumulaciones de nuestras decisiones, pero cuando creces como Aurora esa no es una realidad. Nunca había tomado una decisión significativa en su vida; desde su matrimonio forzado, hasta la "casa" o jaula donde pasaría en...