✧JOHN!IXX.Nadie se burla de los Kennedy.
NADA más resplandeciente que los ventanales de la casa blanca, donde el sol brillante inundaba las habitaciones. Abroché mis botones de mejor manera, inspiré hondo y mientras daba pasos llenos de confianza en dirección a mi asiento, repasaba mis tareas.
Luego de algunas horas, mi esposa y sus quejidos se hizo presente.-¿Señor Kennedy?-murmuró una miembro de la servidumbre, de quien no sabía el nombre. Era notoriamente mexicana. Yo hice un gesto con la mano dejándola que pase, y volví la cabeza al papeleo.
-El señor Green quiere recordarle su reunión de las cuatro en el consulado, su esposa quiere saber si es posible que le brinde la tarjeta de crédito nuevo y... Algo olvido, algo importante...-hizo un ademán tembloroso, como con nerviosismo.-Su hermano, quiere verlo.
-¿Cuándo?-pregunté, sin mirarla.
-Cuando usted disponga.
-Que pase ahora... Y dime, ¿de dónde eres?
-De Venezuela, señor.
-Mhm, bien... Largo.
Ella asintió sin volver a decir nada y cerró la puerta. Yo devolví mi atención al trabajo. A la media hora, mi hermano cruzaba la habitación con una sonrisa resplandeciente. Era mucho más torpe y sentimental qué yo.
-Te escucho.-Añadí.
-Me gustaría hablar sobre los guardaespaldas de... Ya sabes, Marilyn.-Añadió.
-Bien, te escucho.-Volví la espalda al asiento, y él se sentó frente a mí.
Ennumeró un sinfín de posibilidades, de todos los colores, tamaños, edades y nacionalidades posibles. Con cuanta preparación hubiese. Yo no recordaba haberle hablado del tema, pero mi memoria fallaba con frecuencia últimamente... ¿O no?
Él le dedicaba un trabajo fenomenal a Marilyn, había desviado millones de dólares para una cuenta que pensaba obsequiarle, y un centenar de lujos. Bobby, no era un hombre infiel, lo que me hizo creer que mis sospechas eran ciertas.-¿Te gusta Marilyn, hombre?-pregunté levantando la ceja. Él palideció.
-¿Eh? No, no... ¿Qué dices?-se rascó con suavidad detrás de la oreja, e intentó continuar.
-Es una mujer bonita.
-Lo es, pero estoy casado.
-Tu atención es más que notoria, hermano mío.-Me reí in poco.-Si ella te gusta, esta bien.
Permaneció un silencio, y acabó por asentir un poco.
-Venga, ¿qué me decías de la seguridad?
-Aquí tienes, mi mayor recomendación... Makaveli Amaru. Un tipo preparado, claramente.