✧MARILYN!
IX.¿Privilegiada?🌸 Cómo sabrán algunas, ayer fue mi cumpleaños y todos los años hago MARATÓN x ello. Brillar no es la excepción, se viene algo 👀🌸
ESPERÉ, no se cuantos minutos pero esperé. Subida al coche de un desconocido sin comprender nada, aunque algo me decía que debía estar allí.
—¿Puede decirme qué sucede?—pregunté por fin, totalmente desorientada y observando las tiendas que pasaban rápidamente por la ventanilla.
El hombre se mantuvo en un silencio de misa, y sin decirme nada, preferí aguardar algo de calma, fingir que todo estaba o estaría bien, y esperar a que algo me dé un indicio de qué demonios sucedía.Luego de algunos minutos, cuando comencé a sentir la desesperación, el hombre por fin dijo algo.—Eres privilegiada, ¿Eh?—dijo sonriente.
—¿Privilegiada? ¿Porqué?—pregunté.
—Oh vamos muñeca, no puedes negarme que se ha fijado en ti—suspiró pesadamente—Siempre dijeron que las rubias eran tontas, y aparentemente, ellos tenían la razón.—Rió cómo si algo le diese gracia, y ante tal ofensa abrí la boca como si quisiera decir algo, pero me mantuve callada.
—Usted no debería tener tanta confianza conmigo, que yo no se la he dado, ¿Eh?—dije molesta;—Tengo el derecho de saber a dónde me lleva.
—Ay cielo, tú ya no tienes derecho a nada.—Suspiró como si fuese algo obvio.
Lo miré y rodé los ojos sin pensarlo, decidí mantenerme callada para evitar el hecho de molestarme aún más, y cuando por fin llegamos a un hotel de tres estrellas, abrió la puerta y me ordenó que me bajara.
—¿Qué es ésto?—pregunté.
—Que cierres la boca, vamos camina—ordenó y accedí, aún sabiendo que no debería.
Habló con alguien de recepción y me sentí profundamente observada por todas las personas que se encontraban allí. Algunos hombres con deseos y las mujeres con envidia. Las miré con pena, como si yo hubiese elegido ser así y ellas de ése modo.
Subimos por las escaleras hasta el piso tres, caminamos por un extenso pasillo de alfombra azul y un ventanal al final. Tocó la puerta diecinueve y se hizo dos pasos para atrás al abrir la misma.—Te espero fuera.
Lo miré dudosa y entré, desconfiada y sin saber qué demonios hacía. La habitación estaba vacía a excepción de unos muebles, cama, isla en la cocina pequeña , televisión y un sofá junto a la cama.