✧TUPAC!
XII.Si tú supieras...
ARGENTINA anotaba el gol ganador en el mundial del '78 aquél veinticinco de junio del mismo año a las 8:45 p.m. Aquél país se proclamaba líder de fútbol del mundo por primera vez y yo sentía que había perdido a la mujer que permanecía pensativa a mi lado. La radio del vecino me permitía oír con una leve dificultad el festejo por aquél partido ganado por parte de los albicelestes. La pared fina y las ventanas abiertas por aquella tarde veraniega me hacía fingir estar interesado en el festejo de aquél 3 a 1 pero realmente estaba sumido en un tormento de arrepentimientos porque sabía-aunque ella lo negara-que le había herido.
-Lo siento.-Murmuré y la rubia removió sus piernas enredadas en las mías en aquellas sábanas de seda. Nuestra amistad tan impresionante nos permitía reír o discutir por horas en las noches que dormíamos juntos y aquella noche dolorosa, habíamos permanecido en silencio. Ya no podía echarle la culpa al alcohol, el efecto se desvanecía como sus sentimientos hacia mí.
-¿Mmh?-preguntó levantando la mirada. Estaba acostada entre mis brazos.-Que ya te has disculpado un centenar de veces, y ya te he perdonado otro centenar.
-Los "lo lamento" nunca son demasiados, que la he cagado Jeane.-Suspiré con pesadez.
-Lo sé.-Sonrió leve.-Todos cometemos errores.
-Me duele que intentes justificar lo que he hecho.-Mordí interiormente mi mejilla.
-Es lo que hacemos cuando queremos a alguien, ¿Sabes?-suspiró.-Justificar que ha hecho lo que quiso contigo, pero le amas tanto que sientes que no puedes enfurecerte, que aunque haya arriesgado tu vida, tu nunca sabrás si manda más la razón o tu maldito corazón.-Bufó y se dio vuelta, permitiéndome ver los bordes de encaje negro y seda rosado de su pijama, su espalda delgada que dibujaba las curvas de su cuerpo, los rizos de su cabello, pero no su hermoso rostro iluminado por la luz de la luna.
-Nunca he querido hacerte ningún mal, es que mejor dicho... No sabía lo importante que serías, o bueno, ya eras.-Acaricié su brazo y ella siquiera se movió.-Disfruto mucho estar contigo, verte bailar I will survive por toda la cocina con una sonrisa, admirar tus ojos cuando estás feliz y tus muecas cuando hago que te molestes.-Hice una mueca.-No sé porqué lo he hecho.
-Porque solamente querías el dinero que ganarían con tus amigos.
Quizás tenía razón, pero ahora no sé si elegiría su cariño o el maldito dinero. ¿Ser millonario o poder oler su cabello dulce y brillante? Una pila de dólares me habían cegado, y estaba perdiendo a una de las personas que más quería;-Jeane, realmente estoy arrepentido.