Las Hermanas De CRUEL

Capítulo 13

(Minho)

- ¿¡FASE DOS!? ¿¡QUÉ QUIERE DECIR CON ESO!?- grito frustrado. Se suponía que estábamos a salvo y ahora nos dicen que va a comenzar una tal fase dos. Cada minuto que pasa odio más a CRUEL.

- Minho cálmate- dice Newt.

- ¿Cómo shuck quieres que me calme? Primero Isabelle desaparece, luego nos encontramos tatuajes en nuestros cuellos y ahora este shank dice que va a comenzar la fase dos- digo soltando un fuerte suspiro.

- Ya, yo también estoy preocupado por mi hermana pero intenta tranquilizarte un poco. Así no llegaremos a nada- dice Thomas.

- Tienes razón- reconozco. Que Izzy haya desaparecido me tiene los pelos de punta, me preocupa que algo le haya pasado. Es increíble lo que esa chica me hace sentir.

- Como decía- prosigue La Rata- se da inicio a la fase dos. Tendrán que recorrer siento sesenta y cinco kilómetros a través del desierto hacía un refugio.

- ¿Por qué habríamos de hacerlo?- pregunta Teresa.

- Porque todos ustedes tienen la Llamarada y la recompensa de la prueba, si es que la completan, es su cura- dice. La habitación quedó sumida en un silencio sepulcral. Todos miraban a La Rata sin poder creérselo, incluyéndome.

- La prueba empezará mañana. A las seis en punto una transplana aparecerá en la pared que tengo detrás. Tendrán cinco minutos para atravesarla. Si no lo hacen, no crean que se salvarán, tendrán una muy dolorosa muerte. Recuerden se abre a las seis y se cierra a las seis y cinco. Suerte- dicho esto desaparece dejando una blanquecina niebla que se disipa a los pocos minutos.

Los murmullos no tardaron en convertirse en gritos. Todos estaban desesperados, pensando en si quedarse o atreverse a ingresar a la segunda prueba. Decido poner orden, así que grito:

- ¡SILENCIO!

(Will)

El grito de Minho me saco de mis pensamientos. Mi mirada había quedado fija en aquella chica que atacó Isabelle. Es muy hermosa. Siento como si la conociera de algún lado pero no lo recuerdo.

- Sé un poco más disimulado- dice Teresa a mi lado sonriendo.

- ¿Se dio cuenta?- pregunto avergonzado.

- No, tranquilo- dice ella- ¿te gusta?

- Si, sé que es raro pero siento como si la conociera de toda la vida- le explico.

- Tranquilo, quizá la conocías de antes del laberinto- hipotetiza.

- Quizás- digo pensativo.

- Ve a hablar con ella- dice dándome un empujoncito.

- ¿Tú crees?- digo dudando.

- ¡SII!- exclama moviendo la cabeza frenéticamente en señal de asentimiento.

- Está bien- digo levantándome de mi asiento. Camino dando traspiés hasta llegar a la mesa dónde Katherine estaba sola con la mirada perdida.

- Ho... hola- tartamudeo.

- Hola- dice mirándome con una sonrisa en su rostro.

- ¿Puedo?- pregunto señalando la silla vacía a su lado.

- Claro- responde y me siento.

- ¿Qué cuentas?- pregunto.

- Las personas que me odian- dice con la mirada perdida.

- ¿Cómo?- pregunto extrañado.

- Ehh... na... nada- dice percatándose de lo que había dicho.