Capítulo 15

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(Katherine)

Al poner un pie en la arena del desierto, el calor agobiante me golpea como una bofetada. Siento como si el sol me quemara la piel y automáticamente me tapo con la sábana. Teresa sale detrás de mí y le tiendo el otro lado de la sábana para que se tape.

Unos minutos después, ya todos estamos afuera. Al parecer, Minho no perdió ni un segundo, pues ya ubicó el Norte. Nos da indicaciones de que no nos separemos demasiado, que no desperdiciemos los alimentos, entre otras cosas. Luego, empieza a correr y nosotros seguimos sus pasos.

Corremos, corremos y corremos. Solamente hicimos eso por unas tres, o quizás, cuatro horas. Estoy cansada, hambrienta y mis piernas ya no soportan mi propio peso. Teresa parece igual que yo. Nuestras respiraciones resuenan por el aire.

- Descansaremos aquí, ya está anocheciendo- dice Minho. Estaba tan concentrada en seguirles el paso a los chicos que no me fije si todavía era de día- Sartén, encárgate de repartir la comida- ordena. 

El calor ya no era tan sofocante pero todavía permanecía un ambiente algo caluroso. Una ligera brisa comenzó a soplar aunque no ayudaba en nada a apaciguar el calor permaneciente. Era una brisa cálida, cargada de humedad.

Todos nos arremolinamos alrededor de Sartén para que nos de algo de comer. Parecemos muertos de hambre pero considerando las circunstancias en las que estamos, es lógico. Recibo mi comida y me siento con la espalda pegada a una roca que hay por ahí.

Empiezo a comer. Teresa se une a mí unos minutos más tarde. Luego Chuck, Will, Thomas, Newt y por último Minho. Comemos en silencio. Un silencio bastante incómodo. No me atrevo a abrir la boca salvo para meter un bocado de la cena en mi boca.

Me levanto y camino unos pocos metros. Mis piernas se habían dormido y necesitaba estirar la espalda. Un poco después, me doy vuelta para volver con el grupo pero algo detrás de la roca llama mi atención.

Observo con detenimiento y distingo una cabaña en un estado no muy bueno, se podría decir que deplorable. Me parece ver un movimiento y agudizo aún más mi visión. En definitiva, alguien está fuera de esa construcción en ruinas.

- Chicos- los llamo cuando estoy cerca.

- ¿Qué sucede Kath?- pregunta mi hermano.

- Miren allá- digo señalando la extraña choza. Todos se levantan y miran hacía allí. Pasan un buen rato observando hasta que alguno dice algo.

- ¿Eso estaba cuando llegamos?- pregunta Teresa confusa.

- No lo sé- responde Newt con el ceño fruncido.

- Hay alguien afuera- dice Chuck asustado.

- Tendríamos que ir a ver- propone Will.

- Yo iré- dice Minho con un extraño brillo en los ojos.

- ¿Quieres que te acompañemos?- pregunto.

- No, iré solo- dice y se dirige con paso firme hacia allá.


(Minho)

Camino con el corazón en la boca. Si mi vista no me engañaba, la persona que está afuera de la cabaña es Isabelle. Espero ansiosamente que sea ella. Quiero saber cómo está, abrazarla, besarla... la necesito conmigo urgente. Me preocupa demasiado que le haya pasado algo.

Mientras más me acerco, más distingo a la figura. Noto que tiene el cabello largo y que se mueve al compás del ligero viento cálido del desierto. Me encuentro a poco más de cien metros, cuando de un rápido movimiento, la persona desaparece en el interior de la ruinosa construcción. Apresuro mis pasos.

Las Hermanas De CRUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora