{La llave mi corazón}

Capítulo 3: Cansada

Salí cansada del trabajo, me dolían las piernas, los brazos, hacía fresco una agradable tarde donde la gente disfruta del día. Miré mi reloj eran las
20: 45 algo tarde, vaya como han pasado las horas... De 17: 30 hasta 20:45
Llegué a mi barrio, es un barrio un poco sucio y la gente es bastante vulgar, a decir verdad no me gusta vivir aquí. Pero es lo que hay. Entre a casa. Kelly venía corriendo hacia a mí, la abracé y le di un beso en su cálida mejilla.
-como está la niña más hermosa de este universo! -dije mientras le daba volandas en el aire.
-bien, pero tengo hambre-dijo Kelly.
-como. Aún no has cenado?-pregunté preocupada
-no-contestó la pequeña.
-y a donde están mamá y Madison?-contesté.
-Mamá está en su habitación, pero ella me ha pegado en el trasero muy fuerte! I me dijo que la dejara en paz y Madison no ha llegado-dijo la pequeña mientras lloraba.
En seguida me alarmé, me hervía la sangre, la inocente de mi hermana no tiene por que pasar por esto. La abracé y le di un pequeño beso en la mejilla.
-te prometo que no volverá a pasar, ahora ve a mirar la televisión-dije ocultando el enfado con una falsa sonrisa. Kelly asintió. Me dirigí hacia la habitación de mis padres toqué un par de veces hasta que salió mi madre.
-mamá, porque no le has hecho la cena a Kelly y por que la has pegado!-dije chillando. No me gusta chillar pero esto es una injusticia con mi hermana.
-eso a ti no te importa! Ahora bastarda vete de mi vista!-dijo mamá con el mismo tono.
-hermana que sucede?-preguntó Kelly llorando.
-cállate! Y vete de aquí Kelly si no quieres que te pegue fuertemente en el trasero de nuevo!-dijo Mamá. Llegué a mis límites, esto ya se estaba pasando de la línea.
-si vas a pegar a alguien, pégame a mí! Pero a Kelly no!-dije llorando y chillando a la misma vez. Entonces sentí un golpe fuerte en mi mejilla.
Agaché mi cabeza, sintiendo una gran tristeza dentro de mí, es como si hubieran roto mi corazón en 10.000.000 de pedazos. Apreté fuertemente mis labios para intentar no reprimir una lágrima más. Pero era inevitable, una lágrima ya estaba bailando sobre mis mejillas. Después sentí otra y así todo el rato.
De repente siento que mi madre me estira de los cabellos. Y me golpea fuertemente en la cara, después sentí otra vez eso mismo pero más fuerte.
-deja de llorar perra!-dijo mi madre mientras me tiraba al suelo.
En este momento estoy débil, aguantando patadas en mi barriga de mi propia madre, sintiendo todo el dolor, tapaba mi boca con mis dos manos intentando no hacer ruido. Intentaba levantarme, pero no podía.
-mamá para! Vas a lastimar a Ariana!-dijo Kelly llorando aún más fuerte. De repente siento que para, sentía un grandísimo alivio. Estaba inconsciente, deshecha, devastada, me sentía como un animal.
Mamá Cerró la puerta de su habitación, Kelly vino hacía a mí y me abrazó.
-hermana no llores, tu y yo estaremos bien-dijo Kelly
-si cariño, tranquila, ahora vamos a ducharte y a prepárate las cosas para  la escuela -dije mientras me levantaba del suelo. Caminé como pude hasta llegar al baño y duchar a Kelly. La ducha fue divertida, le hice la cena para ella y para mí. Preparamos los materiales de la escuela. Al igual que yo, yo tengo que ir a una nueva preparatoria junto con Madison. Pues la preparatoria es privada y algo lujosa, pero está bastante bien.
-bueno ahora, hay que dormir-dije acariciando el cabello  Kelly.
-joo, pero yo no quiero! -dijo Kelly.
-pero hay que ir a dormir, venga vamos -dije mientras apagaba la televisión y me dirigía hacia la habitación de Kelly. La arropé y le cante una nana hasta que se pudiera a dormir.
-buenas noches Kelly-dije mientras le besaba la frente. Salí de su pequeña habitación y me dirigí hacia mi habitación bueno más bien al sótano. Mi habitación queda en el sótano, mamá le dijo a Madison que se quedara con  la gran habitación y a Kelly le tocó la más pequeña. Aunque sea en el sótano está bastante bien, mi cama es cómoda, tengo lo que necesito una cama, una mesita de noche, un escritorio, un pequeño armario y finalmente un pequeño ordenador para hacer los deberes.  No tengo una habitación que toda chica quiere tener, pero yo me siento bien así.
Preparé el uniforme de la escuela y la mochila. Era todo lo que necesitaba. Me tomé una ducha rápida y lavé mis dientes. Llegué a mi habitación, me senté en el escritorio y saqué del cajón una caja de recuerdos que tenía con mamá. Agarré una foto donde salíamos ambas muy felices.
-si mamá estuviera aquí...-dije mientras intentaba no llorar. Pero era absurdo ya una lagrima estaba cayendo por mi mejilla, miles de preguntas surgían por mi mente.
Esto es realmente triste...

Guardé la foto en la caja y la puse en el cajón, me levanté y me tumbé en la cama, me sentía realmente tan mal... Yo no sé que es un abrazo, nunca había sentido eso desde que murió mamá.