Tengamos otro

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Venezuela y Colombia estaban ambos sentados en el sillón de la sala, con lagrimas saliendo desde sus ojos y comiendo de a poco un pote de helado de chocolate.

—¿Por que se tuvo que ir, Vene?—pregunto el colombiano llevándose un bocado del helado a la boca.

—¡Ella sigue siendo una bebé, no se puede ir así como así!—replico el mas bajo entre sollozos al lado de su esposo. Colombia asintió quedadamente dándole la razón.

Ah sí, Cález se había independizado. Ella ya estaba lista para ser una nación independiente y para ello debía mudarse de la casa de sus padres e irse a vivir a su territorio, esa misma mañana había empacado sus cosas y se había despedido de Coco y Vene para tomar rumbo a su nueva casa.

Colombia y Venezuela obviamente estaban orgullosos y emocionados por su hija, estaba por comenzar una nueva etapa de vida y claro que la apoyarían y ayudarían en lo que sea. Pero en cuento la chica salio por la puerta de esa casa con maletas en manos ambos mayores se miraron entristecidos por la falta que les haría su princesa en ese hogar.

E inevitablemente, como los buenos sensibles y dramáticos que son, se pusieron a llorar.

—¿¡En que momento creció!? ¡Si pareciera que fue ayer cuando apenas era una bebé que jugaba a hacer castillitos con plastilina!

—¡El mundo es un lugar peligroso, ella aun no esta lista para enfrentarlo!

Ambos comieron una porción de helado al mismo tiempo. El colombiano se limpio las lágrimas y añadió.

—Ella ya no es una niña, es una mujer hecha y derecha que perfectamente es capaz de afrontar cualquier obstáculo que se le ponga enfrente.—Hablo seguro, aunque un poco desanimado.

Aunque a Vene le cueste admitirlo, Coco tenia razón. Aunque eso no significa que no le duela su partida.

—Me va a hacer mucha falta mi princesita.—Se lamento usando la manga de su chaqueta para limpiarse los ojos eliminando cualquier rastro lagrimas.

—Extraño cuando era una pelaita.—comento el tricolor sin estrellas dibujando una pequeña sonrisa melancólica en su rostro, contagiándole esa sonrisa a su esposo.—¿Se acuerda cuando nos convenció para que la dejáramos maquillarnos?

—Jeje si.—se río.—La coño e' madre nos tomo una foto y se la mando a to' el mundo, Chile nos hizo memes con esa imagen.

—Fueron los mejores momentos.

—Si.

Ambos se habían quedado en silencio un par de segundos con ligeras sonrisas adornando sus rostros. De pronto abrieron los ojos y se miraron fijamente un instante, una idea se les acababa de pasar por la cabeza.

—Tengamos otro hijo.—dijeron al mismo tiempo.

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—Y un año y medio después nacieron ustedes dos.—Termino de relatar el venezolano acariciando cariñosamente el cabello de Venecia.

—¿En serio se pusieron a jetear cuando me fui?—pregunto la chica confundida.

—Que forma tan rara de decidir tener otro hijo.—hablo Venecia.

—Tampoco fue tanto así, claro que tuvimos que evaluar bien la situación en la que estábamos para ver si era conveniente tener otro bebé, y decidimos que si.

—¿Y piensan darnos mas hermanitos?—preguto inocente y emocionado Granada viendo directamente a sus dos padres.

—...





Cåfê Cøn Čhøčølåtê||•Venecolo•||Countryhumans||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora