Sus respiraciones estaban agitadas, sus mejillas rojas y sus cuerpos acalorados y bañados en sudor. Colombia tenia su vista fija en su pareja, analizando cada detalle de su cara, tratando de concentrar sus fuerzas en regularizar su ritmo cardíaco y a su vez ignorando la creciente presencia del miembro de Venezuela que comenzaba a sentir gracias a que estaba sentado sobre su pelvis.
Las manos cálidas y curiosas del venezolano empezaron a moverse con total libertad a través del cuerpo de su amado, la suave piel del colombiano le quemaba al contacto con sus dedos, era una sensación agradable; recorrió sus costados hasta detenerse en sus caderas donde afirmo su agarre. Subio su vista hasta el rostro del tricolor sin estrellas y conecto sus miradas quedándose a mirar fijamente sus hermosos ojos rojos, nublados y llenos de deseo, una sonrisa de curveo en sus hinchados labios.
—¿Como...le gustaría continuar?—La voz de Colombia sonaba algo ronca, bastante sexy para el de ocho estrellas quien apreto mas su agarre sobre la piel de su pareja, seguramente dejando alguna marca. Colombia por su parte poso sus manos sobre el torso del contrario acariciando todo su pecho.
—Tu sabes muy bien como quiero continuar.—Venezuela movió con fuerza su cadera contra el cuerpo del colombiano simulando una embestida, sacándole un pequeño jadeo caliente que se escapo de la boca del contrario.
—Como guste, mi amor.—Fue lo ultimo que dijo antes de deslizar sus manos velozmente a través del torso desnudo de Venezuela hasta llegar al borde de sus jeans, comenzando a desabrocharlo. El de ocho estrellas no se quedo atrás, con sus dedos jugaba con el borde de los boxers de su pareja introduciendo de a poco sus manos y lentamente bajando la prenda.
Con desespero busco los labios del colombiano conectándolos comenzando un apasionado beso, beso que el contrario correspondió con gusto. Ambos se habían desecho de lo que quedaba de sus ropas lanzándolas hacia alguna esquina de la habitación sin cuidado, Venezuela apego con brusquedad el cuerpo de su amante al suyo, soltando un gemido ahogado al sentir la erección del contrario contra su abdomen.
El calor en sus cuerpos aumento, la tensión del ambiente comenzó a asfixiarlos, Colombia ya estaba bastante desesperado por pasar al siguiente paso, su cuerpo ya pedía a gritos sentir aquel pedazo de carne que golpeaba su entrada dentro de el, las caricias salvajes y el beso tan apasionado lo estaban volviendo loco, y sabía que su pareja se encontraba en la misma situación, por lo que no perdió mas tiempo y separándose de aquel beso se levanto un poco y se posiciono de mejor forma. Trago saliva.
Alzo la vista unos segundos mirando a su pareja, Venezuela le sonreía expectante a sus siguientes movimientos, Colombia se relajo un poco soltando aire y empezó a introducir lentamente el glande, un gemido de dolor y placer se escapo de sus labios al sentir aquel pedazo de carne adentrarse en su interior a la par que apretó su agarre enterrando las uñas en los hombros del venezolano, en ningún momento detuvo sus acciones.
Venezuela también jadeo y gimió de placer, echo su cabeza hacia atrás dejando que mas sonidos obscenos salieran de su boca sintiendo como las calientes y estrechas paredes anales iban envolviendo su miembro poco a poco; no importa cuantas veces lo hicieran siempre se sentía como la primera vez.
—¡Colombia~!—Gimoteo el de ocho estrellas; Colombia había terminado de introducirlo completamente pero se quedo quieto dejando que su cuerpo se acostumbre al cuerpo extraño que se encontraba dentro de el, sabia que no pasaría mucho tiempo para que eso pasara, pero igual la espera era tediosa para ambas partes.
Dicho y hecho, unos pocos minutos después el colombiano se encontraba listo, con experiencia comenzó a dar pequeños saltos sobre el miembro de Venezuela, el dolor rápidamente se volvió placer, las embestidas aun no eran tan rápidas pero eran profundas y firmes, por ahora era mas que suficiente para despertar todo ese mar de sensaciones placenteras en ambos amantes quienes no perdieron tiempo y empezaron a soltar unos que otros sonidos obscenos, llamando entre gemidos y suspiros a su pareja.
A medida que los minutos pasaban las embestidas se volvían mas fuertes y rápidas, el venezolano tenia agarradas las caderas del cafetero y habia tomado a medias el control haciendo que los movimientos se realizaran al ritmo que quisiera. El colombiano arqueaba la espalda y rasguñaba sin pudor el torso de su pareja, todo su cuerpo se sentía jodidamente caliente y las descargas eléctricas que pasaban por su columna se hacían mas frecuentes, le encanta, ¡Maldicion! ¡Se sentía tan bien por fin estar con el venezolano!
No se habían visto en unas semanas debido a cuestiones en su territorio que los obligaba a separarse momentáneamente, Venezuela tuvo que pasar un tiempo en sus tierras pues su gobierno lo requería presente allá, y a pesar de que no fuera un tiempo muy prolongado esas semanas lo extraño horrores, necesitaba a su esposo.
El de ocho estrellas gruñía y gemía, el también había extrañado pasar el tiempo con el colombiano, auto satisfacerse con fotos ni en un millón de años se compararía a hacer el amor con su esposo, el solo hecho de sentir su delicioso aroma a café cerca era suficiente para volverlo loco.
—¡V-Vene! ¡Mmhg!—El colombiano estaba llegando a su limite, cosa que Venezuela noto y decidió terminar las cosas a su manera. Tomo con fuerza el cuerpo de su pareja y lo arecosto sobre el colchón posicionándosele encima sin salir de dentro de él, ataco ferozmente sus labios, sus sabrosos y finos labios rosados, y siguió con las embestidas esta vez mas salvajes y bruscas buscando el clímax.
Sentía como el cuerpo de su amado se retorcía del placer debajo de él, lo tenia totalmente aprisionado contra el colchón, los gemidos y cualquier sonido que pretendía salir de la boca de ambos era ahogado por el beso, lo único que se lograba escuchar en aquella habitación eran el ruido del choque de pieles y el rechinar de la cama amenazando con romperse, suerte para ellos que Cález se encontraba en casa de la tía Panamá, podían darse el lujo de hacer lo que quisieran y todo el ruido que se les plaza sin restricciones.
El ambiente se sentía pesado, muy caluroso y muy asfixiante, ambos cuerpos estaban completamente bañados en sudor y llenos de marcas y rasguños bastante visibles. Colombia subió su mano hacia el cabello de Venezuela y de un jalón fuerte lo aparto separándose de dicho beso, arqueo la espalda y soltó un gemido bastante sonoro y agudo, había llegado al orgasmo. El venezolano no se quedo atrás, tras un par de estocadas más y había terminado viniendo se dentro del colombiano.
Los dos jadeaban buscando regularizar su respiración, lentamente Venezuela salio del interior de Colombia y se sentó, observando como el abdomen de este estaba apenas un poco abultado y aquel liquido espeso se escurría de su entrada, no pudo evitar sonreír lascivamente mientras se mordía el labio inferior.
—Te extrañe, Coco.—Comento levantando su mirada hacia el rostro enrojecido de su esposo.
—Yo...también.—Respondia entrecortado. Venezuela se acerca y le planta un tierno beso en la mejilla.
Todo se mantuvo en silencio unos segundos.
—¿Segunda ronda?
—¿Que?
¿Enserio paso TRES AÑOS desde la ultima vez que escribí smut?
Tal parece que si, de hecho ni recuerdo la ultima vez que lo hice sinceramente, ya me hacia falta. Y yo digo que me salio bien, ahora no se ustedes, diganme en los comentarios que les pareció.
Mañana empiezo pasantías y estoy viendo que tendré muy, enserio, MUY poco tiempo libre, no puedo decir que no voy a actualizar, claro que no, pero la agenda se me va a apretar y si ven que no actualizo ninguna de mis historias sepan que es porque no tengo tiempo.
No se, estoy emocionada y nerviosa al mismo tiempo jeje.
Chris se despide.
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Cåfê Cøn Čhøčølåtê||•Venecolo•||Countryhumans||
RomantizmEl mundo necesita mas contenido de esta pareja, y yo estoy dispuesta a contribuir con ello. •Contenido bl/Gay, escenas NSFW y lenguaje altisonante. •Fluff y smut por igual. •Los one-shots no son cronológicos. •Creanlo o no, todo lo que verán en este...