capítulo 32

13 2 0
                                    

- Deberías respetarlo. Es su decisión.

- No lo defiendas, Josh – se queja Alice, a su lado – Es idiota.

Habíamos quedado los tres en la cafetería de siempre después de trabajar. No sé nada de Logan desde ayer y estoy ansiosa. Seguro que está enfadado. El móvil de Alice suena y ella lo mira, sin hacerle caso. Suena tres veces más, y las tres hace lo mismo.

- ¿No se lo vas a coger?

- No. Que le den.

- ¿Qué te ha dicho?

- Que está arrepentido y que me quiere.

- Ese tío es un capullo – habla Josh, y yo asiento.

Al parecer, Ryan estuvo con otra chica. Por eso actuaba así con ella.

- ¿Sabes lo que me dijo cuando me enteré? – me mira a mí – Que me lo merezco. Que él necesita sexo y que no podía esperar más tiempo.

- ¿Dónde vive? – Alice se gira hacia Josh – Quiero decirle un par de cosas.

- Puedes romperle la nariz, te doy permiso.

Alice aparta la mirada, mirando por la ventana, y veo como Josh se debate entre establecer contacto físico con ella o no. Finalmente, termina atrayéndola hacia su pecho y le revuelve el pelo, en un gesto cariñoso. Ella sonríe, pero no enseña los dientes. Intento mantener la concentración en la conversación que estamos manteniendo, pero no lo consigo. Estoy tan absorta en mis pensamientos que no me doy cuenta de que Alice se ha ido al baño. Me muero el interior de mis mejillas, nerviosa.

- ¿Y a ti que te pasa?

- Necesito que Logan coja ese avión.

- ¿Y cómo piensas hacerlo? ¿Atándolo al asiento? – ríe – Siento decírtelo, pero no creo que lo consigas.

- Josh, está cometiendo un error. No puedo quedarme de brazos cruzados.

- Tienes que respetarlo.

- No puedo. ¿Sabes lo mal que me siento?

- No te ofendas, pero lo único que puede hacer que Logan se vaya es que tú cortes con él.

Su sonrisa se desvanece cuando yo me quedo callada.

- No – su voz me hace volver – Ni se te ocurra.

- No he dicho nada.

- Pero te conozco. De todas las opciones, esa es una locura. Ni te lo plantees.

- Tú mismo acabas de decir que es la solución más eficaz.

- Sí, pero lo dejarás hecho polvo.

- Pero no se quedará aquí por mí.

Se pasa la mano por el pelo y me mira, esperando que diga que estoy bromeando. Pero es la vez que más serio hablé en mi vida.

- ¿Y qué pasa contigo? ¿Has pensado lo mal que lo vas a pasar?

- Eso ahora no importa.

- No puedes hacerlo, Hannah. Es injusto.

- Depende de cómo se mire.

no decirte quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora