capítulo 20

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Creo que pocas veces me fui tan rápido de algún sitio como de aquel bar. Corro hacia Alice y me despido, diciéndole que más tarde se lo explicaría. Parece preocupada, pero al ver a Logan venir hacia mí, entiende que algo no va bien y no hace preguntas. Salgo de ahí y cuando pongo un pie en la calle siento como una mano agarra mi muñeca por tercera vez en toda la noche. Con la única diferencia que este agarre es suave y eso me duele más.

- Suéltame – consigo librarme y doy media vuelta, ignorándolo.

- Han – corre hacia mí y me adelanta, interponiéndose en mi camino – ¿Qué pasa?

- No quiero hablar contigo.

- ¿Qué ha pasado?

- ¿Lo preguntas en serio?

- Sí.

- Vete a la mierda.

Paso mi mano por la cara, limpiándome una lágrima, y él ahueca mi rostro con sus manos antes de que pueda impedírselo.

- Han, dime qué pasa. Por favor.

Su voz es un susurro. Una parte de mi quiere pasar la mano por ese pelo. Sin embargo, no lo hago. Desvío la mirada hacia la izquierda y veo a Jade presenciar la escena. Puedo jurar que está sonriendo y tengo que controlarme para no ir donde ella.

- Déjalo ya, Logan – quito sus manos de mi piel y doy un paso atrás – Vete con ella. Los dos sabemos que es lo que siempre has querido.

- ¿Qué? Hannah, no sé de qué estás hablando.

- Eres un mentiroso.

Antes de que pueda retenerme, camino lejos de ahí con la esperanza de llegar a mi casa lo antes posible y esconderme bajo las sábanas. El móvil no ha dejado de sonar en mi bolso y cuando estoy a punto de llegar, miro mis notificaciones. Contesto a Alice diciéndole que estoy bien y que mañana la llamaré, y dejo en visto el resto de mensajes. Me meto en la cama sin desmaquillar y mi móvil vuelve a sonar. Después de tres llamadas perdidas más, llegan los mensajes. Suspiro y salgo de la cama, sin saber bien lo que estoy haciendo. Abro la puerta y me lo encuentro. Tiene los ojos rojos y su respiración es agitada. Caminamos hasta mi habitación y agradezco que mi madre esté trabajando. Logan cierra la puerta detrás de él y yo me quedo estática.

- Mírame.

Doy un paso atrás y lo miro. Cuando nuestros ojos se encuentran, las lágrimas que he estado aguantando toda la noche salen.

- ¿Qué quieres?

- Que me digas lo que ha pasado. Hace una hora estábamos bien y de repente vienes, me das una bofetada y me mandas a la mierda antes de salir corriendo.

- Te has liado con Jade – digo, sin más, limpiándome los ojos y corriéndome el maquillaje.

- ¿Qué?

- No te hagas el tonto. Conmigo no.

- No sé de qué estás hablando – su ceño se frunce aún más.

- Alex ha estado a punto de pasarse de la raya conmigo y lo único que quería en ese momento era que aparecieras y le rompieras la nariz. Y mientras eso pasaba, tú estabas enrollándote con Jade en el baño – suelto todo el aire acumulado y le miro, esperando una respuesta.

- ¿Álex? ¿Ese chico estaba ahí? ¿Estás bien?

- Estoy bien. No me ha tocado.

no decirte quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora