-16. Ya estoy aquí

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Actualización para este tonto diario. Aproveché mientras descansamos un poco en la muralla de Hatelia. ¡Hay una posibilidad de que pueda acompañar a mi papá al observatorio de la tía Prunia! El único problema es que tengo que pedirle permiso a la mandona de mi mamá... en fin; supongo que toca rezarle a Hylia. Él no podrá seguir con mis lecciones de arco, pero al menos estaré con él. Quizá sea buena idea intentar seguirlo dentro del castillo, que ahí es donde hará su misión... ay, ahora me da miedo que papá lea esto... Ahora que lo pienso, ¿para quién se supone que estoy escribiendo esto? Es tan estúpido...

...

El grupo, ya sin Zelda, finalmente llegó a la aldea Kakariko. No les tomó demasiado ya que habían partido en la mañana; cuando llegaron recién había anochecido. La aldea no había cambiado mucho en esos años, quizá lo único diferente sería la cantidad de pobladores, y que ahora la posada poseía dos pisos para abarcar la gran cantidad de estudiantes Sheikah que iban a estudiar con Apaya.

Ahí Link se quedó mirando sonriente el lugar, le traía muchos recuerdos, como el tiempo que tardó en llegar ahí una vez salió de la meseta, o la cantidad de viajes que hizo tomando la aldea como punto de referencia; pero lo que nunca olvidaría sería cuando vio por primera vez a esa hermosa mujer, cuando comenzó a leer su diario, lo atrapó y una historia romántica inició. Lamentablemente, esos pensamientos fueron los que borraron su sonrisa.

«Tranquilo, Link... enfócate. Todo está bien... Solo venimos de paso.»

Link se sacudió un poco la cabeza a medida que iba bajando por el camino principal, hacia la casa de Apaya. Prunia se dio cuenta de esto y lo miró algo preocupada, incluso Nuriah atrás de él se le quedó viendo extrañada.

-Oye. -le llamó la atención Prunia a Link desde su caballo. -Deberían remodelar estas viejas casas, ¿no crees?

Esa pequeña frase hizo sonreír a Link, la idea de cambiar cómo se ve el lugar le parecía excelente para borrar viejos recuerdos. Aunque la que respondió a eso fue Nuriah.

-¡Totalmente! -respondió Nuriah efusiva. -Una buena actualización como las de Construcciones Karid, eso sería genial.

-Jajaja, quizá. -siguió Prunia sin esperar que fuera ella la que respondía.

Ahora bien, por cuestiones de rutas era inevitable que tendrían que pasar por la aldea Kakariko, incluso dormir ahí, pero lo que no esperaban eran las emociones con las que los recibiría la pareja de Apaya y Tauro. Ya dentro de la casa de la líder Sheikah, con ese ambiente tan acogedor, las lámparas iluminando tenuemente colgando del techo:

-¡Por supuesto que sí! -contestó Tauro.

-¡Por supuesto que no! -contestó Apaya.

«Bueno... No era necesario responder ambas cosas al mismo tiempo.»

Aquí en realidad hay trampa, realmente estaban en lugares separados de la casa: Tauro, Prunia y Link más cercanos a la puerta, mientras que Nuriah fue directo con Apaya para preguntarle junto a las escaleras al segundo piso.

-¡Claro que me uniré al grupo de investigación Zonnan! -siguió Tauro. -Hay tanto que puedo aportar, le estuve dedicando mucho tiempo de mi vida solo por diversión.

-Ahora convertirás ese pasatiempo en un trabajo remunerado. -comentó Prunia sonriendo con una mano en su cadera.

-¡¡Sí!! El sueño de todo investigador. -celebró Tauro. -Así debes sentirte tú, Link, con tus libros filosóficos y tus clases magistrales. -le indicó con un suave golpe de codo.

-Je je... -se esforzó por reír un poco.

«No me molesta que no recibir rupias por lo que escribo... pero justo en este momento sí.»

Recuerdo de un amor [#3] - Link y Apaya - Zelda TOTK +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora