-12. Collar

517 35 171
                                    

Prunia estaba sentada con la espalda recta sobre un banquillo, los codos sobre la mesa, con cada uno de sus dedos tocando su opuesto de la otra mano, la mirada hacia enfrente, viendo la pared, y con una sonrisa de la que Link no se daba cuenta. Este se estaba vistiendo luego de terminado su baño, y ella educadamente le había dado algo de espacio para cambiarse; aún cuando la consideración consistía simplemente en darse la vuelta.

Ahora bien, esa sonrisa en su rostro era un enigma, bien podría ser por el beso que acababa de ocurrir entre ambos, el que los dos lo hubieran disfrutado, o porque era irrisorio el que darse la vuelta y escuchar cómo toma y ajusta cada prenda pudiese contar como "privacidad", ahora que lo había visto semidesnudo. Podría darles la respuesta, pero creo que será mejor que estén atentos a los siguientes eventos hasta el final, y ustedes podrán entender.

La vieja toga arcaica fue dejada a un lado para ahora vestir una túnica hyliana roja nueva, aunque se dejó puestas las botas forradas, ya que le parecían bastante cómodas y útiles, además de que se dejó el cabello suelto; no tenía otra liga o lazo a la mano. A diferencia de Prunia, Link estaba sonriendo solo un poco, dudoso de lo que acababa de pasar; ya que recién había vuelto de su estado alterado.

Volteaba seguido a ver desde atrás ese cabello blanco recogido, la espalda recta pero curvada de manera atractiva, y su trasero envuelto en esa falda negra, sobresaliendo un poco del banquillo. Sin duda agradeció que se hubiera quitado su chaqueta. Aunque se sacudía la cabeza una vez se daba cuenta de lo que pensaba.

«Nos besamos... eso es una verdad. Pero ¿qué significa? Quería hacerlo... Creo que quería hacerlo... ¿Pero qué va a pasar ahora?»

-Ya terminé. -avisó Link una vez verificó que su nuevo brazo no se atascase con la túnica o las brazeras.

Dicho esto, Prunia se dio la vuelta muy elegantemente, y lo miró atenta, no dejaba de sonreír; cosa que hacía sentir a Link muy atento. Le gustaba que lo hiciera, y también hacerlo él. Su blusa seguía un poco húmeda de su pecho por tener a Link ahí, y denotaba que traía una prenda más abajo de color rojo.

-Me alegra que te haya quedado con ese brazo. -comentó sencillamente, poniéndose de pie y caminando hacia él, se escuchaban sus tacones en cada paso. -Ya te ves de nuevo como tú mismo. -le dijo mientras le acomodó gentilmente el cuello de la túnica.

Se quedó recto, tan solo viéndola mientras la dejaba actuar, hasta que volvió a subir la vista hasta él. Tenerla tan cerca otra vez era extrañamente agradable; le hacía sentir sus propios latidos del corazón.

-Yo... m-me alegra que no me cobrasen por la túnica. -fue lo primero que se le ocurrió.

-¿Y por qué te habrían cobrado? -preguntó riendo bastante. Fue una buena broma para aligerar el ambiente.

-No lo sé. -se siguió riendo. -Podía pasar.

-Quizá en otra vida. Por cierto, hay unas cosas que quiero darte. -dicho esto, fue rápido por un par de objetos sobre la mesa y volvió con él. -Ten, ambas son tuyas. Esta la estuve revisando y te tengo noticias. -le comentó mientras avanzaban hacia la puertas.

-Mi paravela y mi... Mi tableta... -expresó Link para sí mismo, nombrarla como suya le hizo recordar lo que le dijo a Zelda, por lo que luchó por hacer a un lado ese recuerdo. Se concentró en guardarse la paravela, que traía ahora el símbolo de Hyrule unificado con el G.U.H.

-La tableta está un poco deteriorada pero aún sirve bastante bien. -ambos cruzaron las puertas y salieron a la gran terraza. -Me tomé la libertad de marcarte unos puntos en donde han estado ocurriendo acontecimientos raros.

Le abrió el mapa y le señaló los puntos naranjas parpadeantes. Fue curioso ver que todo el mapa de Hyrule estaba ya topografiado; pero le llamó más la atención dónde se ubicaban

Recuerdo de un amor [#3] - Link y Apaya - Zelda TOTK +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora