Recuerdo de un amor [#3] - Link y Apaya - Zelda TOTK +18

-17. Lados

Bien. Hoy ha pasado una cosa. Primero que nada: ¡Logré ver a mi papá! Sigue igual de increíble como lo recordaba. No hubo éxito al preguntarle sobre mamá... en fin. ¡La segunda cosa importante! ¡¡¡He visto por primera vez un monstruo!!! Según mi padre se trata de un "Chuchu", era asqueroso y parecía hecho de una baba extraña. Papá lo mató de un simple flechazo, ¡y juraría que le dio el puro ojo! Si es que esas cosas amarillas y naranjas eran ojos... en fin. ¡Fue sorprendente! Una criatura de tales dimensiones, y se veía realmente fuerte y poderoso, me pregunto a cuánta gente habrá aterrorizado en el pasado. Le preguntaré a papá más tarde. Estas criaturas imposibles son espectaculares. Espero pelear contra una yo misma un día de estos.

...

El encuentro con el chuchu azul fue impactante para Link. Casi doce años sin ver un solo monstruo en Hyrule. Los últimos habían sido los Bokoblins en Hebra cuando peleó contra Agen. Para ese punto se estaba esforzando en poder interpretar lo que estaba pasando. Aunque, desde luego, fue corriendo con Prunia y Zelda a la escuela de Hatelia; dejando a Nuriah fuera, esperando que revoloteara un poco. No esperó que se quedase sentaba en las escaleras de la puerta, luchando por escuchar un poco.

La escuela tenía una arquitectura similar a las casas de la nueva ciudadela en la meseta. Solo que con jardines afuera, un espacio amplio para jugar, y un acondicionamiento especial para dar clases. Y ahí estaban ambas, Zelda y Prunia sentadas en los banquillos de los niños escuchando atentamente lo ocurrido en el bosque Novat hace unos momentos. Asombradas al igual que Link.

-¡Tiene que haber una conexión con el aura maligna saliendo del castillo! -exclamó Prunia poniéndose de pie y dando un pequeño golpe al aire, como si todo encajase en su cabeza.

-Los monstruos están volviendo... -pensó Zelda en voz alta. -Pero no lo entiendo, acabamos con el cataclismo hace años, ¿qué más podría haber debajo del castillo?

-La cámara en donde estaba Ganon, desde luego era misteriosa, y nunca le prestamos mucha atención además de cerrarla... Ahora que lo pienso, ¿tu padre o alguien nunca te dijo nada sobre algo que esconda el castillo? Además del cataclismo. -Prunia la miró ladeando un poco la cabeza.

-Bueno... Hay algo. -Zelda se puso de pie y se llevó una mano al mentón. -Había una prohibición. Cuando era pequeña, le pregunté a mi padre qué había bajo los cimientos del castillo. Me dijo que el acceso al lugar estaba prohibido, y que nadie de la familia real sabía nada sobre él.

-¿Qué? ¿Cómo podía estar prohibido si nadie sabía lo que había ahí? -preguntó Prunia frunciendo el ceño.

-No lo sé, fue demasiado extraño en su momento... pero con lo ocurrido con el Cataclismo, solo di por hecho que se trataba de él.

-Ya veo... Tiene sentido. ¿Y tú qué opinas, Link? -preguntó Prunia mirando al mismo.

Link durante un rato tan solo se mantuvo escuchando de espaldas, mirando un dibujo en la pizarra verde. En su rostro había cierto desconcierto.

«El regreso de los males absolutos... debe ser un mal chiste.»

Dio un leve suspiro y se giró lentamente para responder, volviéndolas a ver a los ojos.

-Lo que sea que esté emanando del castillo, no solo lastima gente, sino que está regresando los monstruos a la vida. Puede que incluso sea el secreto de la luna carmesí. -comentó pensativo.

-Pero no ha aparecido en años. -alegó Zelda.

-Exacto. Hay que estar atentos de su aparición. Puede que incluso ya haya aparecido y no nos hubiésemos dado cuenta. Lo mejor será investigarlo y destruir lo que sea que los trae de vuelta, quién sabe en cuánto tiempo puede que estemos bajo una invasión... -dijo pensativo, mientras acomodaba un mechón de cabello detrás de su oreja.