ɴᴏᴛ ᴀɴᴏᴛʜᴇʀ sᴏɴɢ ᴀʙᴏᴜᴛ ʟᴏᴠᴇ [thiam]

Indiscreto.

Solo Liam intentando coquetear.

¿Dos capítulos en un día? ¿Hola?

...

Entonces, después de mucho insistir, Theo estaba viviendo en su casa. Tampoco costó demasiado que se uniera a los ahora constantes patrulleos.

Por alguna razón Isaac había dejado de ser tan expresivo con él desde que Theo se unió, pero no era malo, solo menos cariñoso.

Antes recibía tres abrazos cada tres horas, ahora solo recibe uno. No es que eso le tenga preocupado, porque en realidad está más fijado en el hecho de que Theo no es bueno captando indirectas.

Liam saluda levemente a Lydia, que está sentada en una esquina de la sala de estar de la casa de Scott, leyendo un libro. Pasa directo a las escaleras, cuando ve que Theo está bajando de ahí.

Ve su oportunidad cuando él llega al último escalón, por lo que finge tropezar. Cómo esperaba, Theo lo atrapa.

—Parece que acabo de caer por ti. —dice Liam con una sonrisa.

Theo le devuelve el gesto, pero con una mirada confusa.

—Yo no te empujé, bebé lobo. Deja de culparme por tu torpeza.

Con eso, lo suelta y sigue su camino a la cocina.

Liam se queda al pie de las escaleras, sintiéndose indignado. ¿Theo siempre había sido así de tonto para captar indirectas? Porque lo recordaba más perspicaz, de verdad.

...

Ya en casa de Liam, el beta propone hacer una pijamada con Theo para que él estrene su nuevo cuarto con un amigo. Theo no se opuso en absoluto.

En algún punto de la madrugada, Liam no podía dormir mientras la quimera ya lo había logrado hace un par de horas. De repente, Theo comenzó a hiperventilar y despertó abruptamente, ahogando un grito.

«Otra pesadilla». Fue lo primero que pensó.

Cuando él se percató de que Liam estaba despierto, se limpió las perlas de sudor de la frente y suspiró.

—¿Puedes encender la luz? —preguntó con voz ronca y adormilada.

—No hace falta, tú ya eres la luz de mi vida. —dijo con un ligero tono de burla.

—Eso es dulce. —Liam sintió la esperanza florecer en su pecho. —Pero no puedo ver.

Adiós a la esperanza.

—Eres insufrible.

—Dijo el beta con problemas de ira.

—Exclamó el modelo de autocontrol.

Theo suspiró audiblemente y encendió la lámpara, inclinando su torso sobre el pecho de Liam, quién cerró la boca al sentir su corazón comenzar a galopar.

Theo tenía que captar alguna de sus indirectas algún día.

...

—Liam, Theo y tú compartirán habitación. —anuncia el alfa.

Liam habría pataleado, de no ser porque era perfecto. Su alfa no tenía idea de lo mucho que lo estaba ayudando.