Extra II

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Desde la propuesta de matrimonio había pasado casi un año y medio. Liam había acabado de estudiar, obteniendo el título universitario y graduándose como un profesor de historia, si lo que quisiera en un futuro fuese ejercer su carrera. Lo que no quería hacer en absoluto.

Si de algo le habían servido los años de clase con Finstock en la preparatoria, fue para notar que ser un profesor era más difícil de lo que pensaba. Únicamente había entrado a aquella carrera para especializarse en un ámbito que le gustaba —la historia—, mientras se desempeñaba profesionalmente en el lacrosse tanto como pudiera.

Ahora que su tiempo estaba libre de estudios y que la MLL finalmente le había hecho caso tras algunos partidos más rigurosos después del primer inter estatal, Liam estaba satisfecho. Tenía tiempo para descansar, dormir hasta tarde y, por supuesto, comenzar con los preparativos de la boda.

A pesar de que estaba emocionado, le parecía exhaustivo todo el tema de las planeaciones y demás. Sabía que debería ser al contrario, pero Liam siempre ha sido algo perezoso para variar. Es por eso que, en épocas navideñas, cuando su manada ha decidido reunirse en Beacon Hills para convivir todos juntos, Liam tiene la más espectacular idea.

—Le pediré a Lydia que organice la boda. —dice, y Theo le mira como si le hubiesen salido seis cabezas.

—Liam, ¿realmente acabas de despertarme para esto?

El reloj en la mesita de noche junto a Theo marcan las 4:16.a.m, pero Liam no podía permanecer un segundo más en la cama. Se pone de pie de un salto, recogiendo sus prendas del suelo –que en algún momento de la noche habían salido volando de su cuerpo por el calor que la calefacción les regalaba– y dándose vuelta para mirar a su novio con una sonrisa. Su cabello está revuelto, su pantalón de pijama está mal puesto y su camiseta está al revés, pero sus cansados ojos todavía se las arreglan para brillar de entusiasmo cuando enciende las luces.

Theo se cubre la cabeza con una almohada, rodando sobre la cama con un gemido de protesta. —Liam, a diferencia de ti, algunos sí apreciamos un buen sueño reparador. —se quejó, con la voz ahogada por la almohada en su cara.

—¿Y qué? De todos modos tenemos que prepararnos para ir al aeropuerto.

—Las maletas están listas desde hace tres días, vuelve a la cama.

—¿Qué no ves que el sol está llamándote? —Liam se acerca a las cortinas, y en un solo movimiento tira de ellas a un lado.

Theo se asoma ligeramente, descubriendo apenas uno de sus ojos para ver el supuesto sol del que Liam habla, pero el cielo está oscuro todavía. No hay estrellas, está nublado, y se nota que está próximo a amanecer, pero definitivamente no hay ni una pizca de luz afuera.

—¿Sabes qué me llama? El sueño tan increíble que tengo ahora mismo, Liam. Vuelve a la cama o sal de aquí. Apenas hemos dormido tres horas porque decidiste que ver toda la saga de Harry Potter sería una buena idea.

—Dormirás cuando mueras. ¡Arriba! —Liam jaloneó las cobijas, que Theo tenía estratégicamente agarradas. —¡Levántate ya!

—¡No quiero!

—¡Eres como un niño pequeño!

—¡Primicias, Liam: los niños son pequeños!

—¿Y?

—¡Que lo que dices es redundante!

—¡Eso no importa!

Theo soltó la cobija de repente, por lo que gracias a la fuerza con la que Liam estaba jalando, éste fue enviado hacia atrás, cayendo de trasero al suelo. Con un gemido de dolor, se reincorporó en el suelo y miró con desprecio como su pareja se cubría con la sábana esta vez.

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⏰ Última actualización: May 31 ⏰

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ɴᴏᴛ ᴀɴᴏᴛʜᴇʀ sᴏɴɢ ᴀʙᴏᴜᴛ ʟᴏᴠᴇ [thiam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora