Una Loba para el Cachorro

Dos

[Kilian 18 años – Amira 13 años]

Estoy nervioso, realmente nervioso, también siento algo de miedo, y estoy enojado, muy enojada con la niñata de Amira, estoy seguro que lo hizo de gusto para impedir que mis tíos hoy estén presentes en este momento tan importante de mi vida.

Hoy es mi fiesta de cumpleaños número dieciocho, y pasadas las doce de la noche va a ser mi primera transformación, quería que todos mis seres queridos estén en este día tan importante para mí, pero mis tíos Mason e Irina no van a poder estar, así como tampoco van a poder estar mis primos, todo por la estúpida niñata. Resulta que jugando un partido de vóley se quebró el brazo, cómo aún no se ha transformado sus huesos demoran más en volver a su lugar, aunque demoran menos que los de un humano, pero el accidente de la estúpida niñata fue hace dos días, justo un día antes de su vuelo, por lo que tuvieron que cancelar todo.

-¿Puedes dejar de estar enojado con Amira? Estoy más que segura que no fue su intención quebrarse el brazo – dice con obviedad mi hermana Keila.

-¿Esa niñata no podía quedarse un poco quieta? – digo con mi mandíbula apretada.

-Repito, no fue su culpa, madura un poco hermanito, ya casi tienes dieciocho – me dice y yo aprieto mi mandíbula, odio a esa niñata, saca lo peor de mí, me hace volver un inmaduro tal cual dijo mi hermana – Ahora pon una enorme sonrisa y vamos a tu fiesta de cumpleaños – me pide sonriéndome y yo asiento con mi cabeza, abriendo mis brazos para que venga a abrazarse a mí.

-¡Abrazo de hermanos! – grita Katia ingresando a mi habitación y tirando de la mano de Kenneth hasta dónde estamos nosotros dos, y los cuatro nos abrazamos, río por la cara malhumorada de mi hermano, pero él siempre hace lo que su hermana melliza quiere, y esta no iba a ser la excepción.

-Vamos hermanitos, hay un cumpleaños que celebrar – digo rompiendo con el abrazo, Kenneth me agradece con la mirada y es el primero en abandonar mi habitación.

-Ami dice que en la panza de mamá yo le robé todo el cariño y amabilidad a Ken – ríe Katia, y yo pongo mis ojos en blanco, otra vez la niñata es un tema de conversación.

-Creo que no se equivoca – se ríe Keila, y yo bufo.

-Vamos – les pido y los tres salimos de la habitación.

Toda la manada está de fiesta, la celebración del cumpleaños número dieciocho de los hijos del Alfa es un motivo de celebración para toda la manada, sobre todo cuando se trata del futuro Alfa. Por eso todos estamos reunidos en la plaza de la manada, hay comida y bebida para todos, y el ambiente que se vive es hermoso, amo mi manada y amo sentirme tan cercano a cada uno de ellos.

-¿Cómo está el futuro Alfa? – me pregunta mi tío Anoki.

-Estoy un poco nervioso – admito y él me sonríe.