Treinta y cinco

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[Kilian 21 años – Amira 17 años]

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[Kilian 21 años – Amira 17 años]

Tener la enorme mano de Kilian entrelazada con la mía me calienta el cuerpo, el calor que desprende su mano me recorre entera, algo cálido se aloja en mi pecho, y me siento feliz, muy feliz, también puedo sentir la felicidad de Kilian lo que retroalimenta mi propia felicidad.

Mientras caminamos juntos hacia mi grupo de amigos, noto como todos nos miran, pero eso no me pone nerviosa ni nada que se le parezca, porque ninguna emoción eclipsa lo que siento en este momento de reconocer a Kilian como mi mate. ¿Qué se sentirá cuando tenga mi loba y pueda olerlo? Ya quiero que suceda eso, pero aún tengo que esperar todo un año.

-¡Al fin! – el chillido de Katia me lo esperaba, también que venga corriendo hacia nosotros de forma muy efusiva, lo que no esperaba es que Kilian me suelte y se ponga delante de mí como si Kat me fuera a lastimar, la atrapa entre sus brazos y le gruñe bajito.

-Debes tener cuidado, la puedes lastimar – salgo detrás de su enorme cuerpo y lo miro con una ceja alzada, Katia lo mira con cara sorprendida y él la está mirando con su ceño fruncido, luego que se me pasa la sorpresa del momento, golpeo su bíceps con mi puño.

-¿Qué haces idiota? – él gira rápidamente su cabeza hacia mí.

-Venía muy rápido, podría haberte lastimado – me dice con cara de perrito mojado, y tengo muchas ganas de besarlo, pero decido ser fuerte, conozco como son los Alfas con sus mates, lo veo todos los días con mis padres.

-Kilian no seas ridículo, con Kat siempre hacemos eso, y nunca me ha lastimado – Kilian suelta a Kat y gira todo su cuerpo para estar frente a mí.

-Pero...

-No seas esa clase de mate – le ruego en un susurro, él me mira con atención, veo como tensa todos sus músculos y su cara refleja genuina preocupación, yo suspiro y vuelvo a tomar su mano con la mía – luego hablaremos al respecto, ahora vayamos – señalo a mi grupo de amigos y él solo se deja arrastrar por mí mientras Katia se engancha a mi brazo.

-Entonces... sí le vas a dar una oportunidad – por la sonrisa que tiene Kat en sus labios parece que es ella la que está junto a su mate – Aunque ya la cagó y ni hace cinco minutos están juntos – noto los músculos de Kilian tensarse mientras Kat lanza una fuerte carcajada.

-No seas así con tu hermano – la regaño – Y no se trata de darle una oportunidad, se trata de... - lo miro y él está con sus ojos fijos en mí, escuchando con atención lo que digo – No se trata de una oportunidad – vuelvo hacia Kat – lo haces sonar como un favor, y no le estoy haciendo ningún favor. Estoy siguiendo a mi corazón – le digo y ella me da una enorme sonrisa.

-Por la Diosa, eres toda una romántica.

-Ya cállate hermanita – le pide Kilian justo cuando llegamos con mis amigos.

Una Loba para el CachorroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora