10.

284 55 0
                                    

Jeno muerde su uña, completamente nervioso ante lo que va a tener que hacer.

Podría hacerlo yo, pero todos sabemos que no va a funcionar. Porque, por alguna extraña razón, Lee sonríe y tiene al mundo a sus pies.

Luego de que Yujin comentara sobre la razón por la cual una cámara nos grabó aquel día que fui a su casa, el pequeño niño y yo hicimos un acuerdo.

Han Yujin pasaría la noche en mi cuarto (siendo cuidado por mi madre y sin decirle absolutamente nada a sus padres) si Huang Renjun promete viernes de pizza hasta que sus padres regresen. 

Y yo, Huang Renjun, tuve que prometer eso si quiero hacer el bendito trabajo de filosofía.

El problema es convencer a mi madre de que Yujin pase la noche, y para eso necesitaba a Lee Jeno.

D-Disculpe, señora Huang. —Escucho su voz nerviosa y suelto una risa ante eso. Pego mi oído aún más contra la puerta de mi habitación, Yujin hace lo mismo para poder escuchar la respuesta de mi madre.

¿No dije que podías llamarme Fei?
pregunta dulce y yo bufo.

—Mi mamá hizo lo mismo cuando lo conoció. No sé cómo lo hace —confiesa Yujin molesto y yo arrugo la nariz.

—Entre nosotros, Jenito es un tonto —comento utilizando el apodo que el niño le puso a mi compañero y él aguanta una risa.

Lo siento, Fei. Espero no molestar esta noche pero... —hace un silencio y ya puedo sentir lo que está por planear—, voy a serle sincero. Renjun y yo estábamos por tener una cita esta noche, no sé si él le comentó.

—¿¡Qué!? ¡Él no me dijo nada!

Voy a matarlo, lo cocinaré y venderé todas sus partes en el mercado negro. Y con ese dinero le compraré pizza a Yujin.

Bueno, sabe cómo es Renjun. No suele expresar muy bien sus sentimientos.

Oh, cuando alguien compre su cabeza cocinada podré expresar muy bien la felicidad que sentiré. Tranquilo, Jenito.

El problema es que yo estoy cuidando a Yujin, el niño que vino conmigo hoy. Y por esa razón no pudimos-

¿No quieres dejarlo aquí esta noche mientras tienen su cita? Puedes venirlo a buscar luego, se divertirá aquí. Renjun tiene muchos juegos de computadora —Mi compañero agradece encantado enseguida, ni siquiera puede disimular un poco—. Por cierto, lleva a mi hijo a comer helado. Le encanta el helado.

Salgo de la habitación milisegundos después de escuchar a mi madre hablar y observo la sonrisa de las dos personas que parecen odiarme.

—¿Escuchaste Ren? Tu encantadora madre cuidará a Yujun y por fin podremos tener esta cita que tanto deseastre —comenta con una sonrisa, y yo quiero golpearlo.

Apreto mis puños y finjo una sonrisa, agradeciéndole a mi madre por quedarse a cuidar al niño que —desde que escuchó que tengo juegos en mi computadora— fue corriendo a prenderla y se dispuso a utilizar la máquina.

Nos despedimos y salimos de mi casa, no fue hasta que entramos en el auto de Jeno que un grito sale de mis labios.

—¿¡Quieres morir!? —Lo miro carcajearse—. Te lo pregunto realmente, Lee. A veces parece que estás deseando la muerte.

—Yah, Huang. ¿Eso es lo que dices en tu primera cita? —Ladea su cabeza mientras enciende el auto—. Tendré que enseñarte a conquistarme si es que quieres ganar mi corazón.

Un gruñido se escapa de mis labios, y no me hubiera molestado ser un perro en ese momento para poder moder el cuello de Jeno y escucharlo queja-

—Dios mío, quita esa cara. Parece que estuvieras planeando un asesinato.

Bufo y me cruzo de brazos mientras me dedico a mirar por la ventana.

Comienzo a reaccionar, dándome cuenta que estamos a punto de hacer algo ilegal.

—Virgencita, si voy a la cárcel que no sea en la misma celda que el neandertal a mi lado, por favor —rezo en voz alta por si alguien allá arriba quiere escuchar mis plegarias—. Y si mi rostro sale en los periódicos, que mi madre no sea la que tenga que elegir la fotografía.

Jeno vuelve a reír.

—Amén. —Lo escucho decir pero lo ignoro.

𝐂𝐋𝐀𝐒𝐒𝐑𝐎𝐎𝐌 ✮ NorenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora