—Papá, no estás en el trabajo —afirma Jeno incómodo mientras yo limpio mi rostro con mis manos intentando parecer presentable al mismo tiempo que mis mejillas se calientan por la vergüenza que siento.
—Se rompieron unas máquinas y mandaron a todos a sus casas hasta nuevo aviso —comenta haciendo una mueca, rápidamente carraspea su garganta y se acerca a nosotros ignorando los vidrios rotos en el suelo—. Creo que no nos conocemos.
—Soy Huang Renjun —hago una reverencia hacia él—. Disculpe por lo que vio, uhm, yo-
—Está-Está bien —interrumpe y parece sorprendido mientras mira a su hijo. Jeno baja la mirada con una pequeña sonrisa en sus labios. No entiendo qué sucede—. Iré a mi habitación a dormir un rato. Es un placer conocerte, Renjun.
—El placer es mío, señor Lee —vuelvo a reverenciarlo y él se da media vuelta para perderse por los pasillos.
—¡Espera, papá! ¡No limpiaste los vidrios rotos! —Lee exclama frunciendo el entrecejo y el padre responde que lo tiene que hacer él por haberlo sorprendido. Jeno suelta un quejido y va por la escoba.
Observo la sala mientras espero que la pena se me vaya. No puedo creer la manera en la que conocí al padre de Lee, simplemente es algo que nunca voy a olvidar. ¡Fue tan incómodo! Debe de pensar que soy un adolescente con las hormonas alborotadas que no puedo pasar un segundo sin tener a su hijo pegado a mi cuerpo. Diosito, por favor dime que esto es un sueño. O una pesadilla.
Cuando vuelve Jeno con la escoba y el recogedor empieza a limpiar, me acerco para ayudarlo pero me corre hacia atrás.
—Vas a cortarte —es lo único que dice sin mirarme al estar concentrado en barrer. Ruedo los ojos y lo ayudo igual, no es como si fuese un niño pequeño (aunque a veces me siento de esa manera).
Terminamos rápidamente y Jeno se encarga de colocar todo en una bolsa donde escribe la palabra vidrios con un marcador permanente. Lo deja al lado de la basura para tirarlo luego y me lleva hacia su habitación intentando olvidar lo que acaba de suceder.
—Tu padre debe odiarme —hablo apenado en cuanto Lee cierra la puerta tirándose en su cama. Él ríe y niega con seguridad.
—No te preocupes, ya se esperaba que algo así pasara —lo miro confundido esperando una explicación. De repente carraspea la garganta y rasca su nuca nervioso al decir:— Taaaal vez les he hablado a mi familia sobre ti.
Dejo de lado mi confusión y me siento en la silla del escritorio que tiene frente a la cama, mirando hacia él. Me quedo en silencio sin saber qué decir pero no puedo evitar que una sonrisa juguetona se escape por mis labios. Pensar en que Jeno les ha hablado a, prácticamente, toda su familia sobre mí sólo afirma la sinceridad de sus sentimientos.
Miro su habitación unos segundos, es de color blanco con algunas líneas horizontales negras. El color de la pared lo hace ver elegante, pero luego me doy vuelta y observo el escritorio que tiene tres pantallas de computador.
—¿Por qué necesitas esto? —pregunto curioso dándole la espalda, Jeno se levanta y se acerca hacia mí, baja su cabeza logrando que su boca quede a centímetros de mi oído.
—Lo uso para jugar —dice contento y mi rostro se transforma. Realmente no sé qué me esperaba, pero eso sí que no. Me doy vuelta mirándolo horrorizado y él se aleja con una sonrisa.
—¿Eres un niño rata? —pregunto aunque no necesito una respuesta, ¡tiene tres pantallas de computador sólo para jugar!
Su sonrisa se transforma por una mueca de indignación, se sienta en la cama y me señala.
—Si quieres que esta relación funcione, vas a tener que soportar mi obsesión por los juegos en línea.
Abro y cierro la boca sin saber que decir, probablemente hice eso unos pocos segundos pero se sintió como una eternidad. Trago saliva antes de hablar.
—Relación, ¿uh? —es lo único que digo, Jeno enarca una ceja sin entender mi reacción—. Este... Nosotros... Esto... Uhm, ¿estamos en una relación?
—Bu-Bueno —tartamudea con nerviosismo mientras me mira dulcemente—. ¿Quieres que estemos en una relación?
Mis ojos se agrandan y apreto mis labios al mismo tiempo que mis pies se mueven de un lado a otro en el aire.
—¿Estás preguntándome si quiero ser tu novio? —confirmo la pregunta sin poder creerlo. Ahora mismo parecemos dos niños pequeños que están completamente nerviosos, Jeno también lo nota y empieza a reírse de una manera que hace que su nariz se arruge y sus grandes ojos se achinen. Me encanta cuando se ríe de esa manera.
—Vaya, quién iba a decir que iba a ponerme de esta manera solo por ti, Huang Renjun —lo miro con mis ojos bien abiertos luciendo un poco perdido debido a que estoy muy nervioso, mis labios forman un puchero. Lee se tira en la cama con sus manos en sus cabellos—. ¿Puedes dejar de ser tan adorable? ¡Estás haciendo esto más difícil! Trato de lucir confiado y no estás ayudando.
—¿Puedes dejar de decir esas cosas? ¡Haces que me ponga más nervioso! Aish —me quejo pataleando—. Quién iba a decir que Lee Jeno sería así de cursi.
De repente empezamos a reír, como si nos hubieran contado el mejor chiste del mundo porque parece que nos dimos cuenta de la situación en la que nos encontramos. Me levanto al mismo tiempo que lo hace Jeno y sin dudarlo paso mis brazos por su cuello al mismo tiempo que él los deja en mi cintura, y unimos nuestros labios en un tierno beso.
Bueno, oficialmente Lee Jeno es mi novio. ¿Quién lo diría?
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𝐂𝐋𝐀𝐒𝐒𝐑𝐎𝐎𝐌 ✮ Noren
Fanfiction❝ Donde Huang Renjun y Lee Jeno tienen que hacer un proyecto para filosofía, y deciden investigar sobre la historia de amor que hubo en el baño de la secundaria hace diez años. ❞ ㅡNi en un millón de años sería tu compañero para este proyecto, Lee. ㅡ...