8.

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Realmente quiero empezar con el trabajo, pero se me ha hecho muy difícil debido a que no puedo olvidar lo que Jeno dijo hace unos minutos.

Desde que nuestra conversación finalizó con la pregunta que hice (y no obtuve respuesta alguna), nos quedamos en silencio mirando televisión hasta que ya no quedaron sandwiches y nuestros vasos estaban vacíos.

—¿Sobre qué haremos el proyecto? —pregunta apagando la televisión y mirándome fijamente, como si hubiese leído mis pensamientos. Intento no mirarlo y busco un punto vacío en la televisión negra.

Carraspeo mi garganta antes de hablar.

—¿Has visto el cuadro con la fotografía del equipo de hockey de hace diez años atrás? La que está colgada en la entrada de la secundaria —Él asiente—. Bueno, uhm, hay dos chicos sentados en las gradas que aparecen en la foto y-

—Ellos lucen muy enamorados —termina por mí al interrumpirme, lo miro sorprendido—. Lo sé, los veo cada vez que paso por ahí.

Me quedo en silencio durante unos segundos, sin poder ocultar mi sorpresa ante el hecho de que los dos hemos estado haciendo lo mismo todo este tiempo.

Jeno suelta un suspiro y una pequeña sonrisa vuelve a adornar sus labios y logra ponerme nervioso de nuevo.

—¿Quieres investigar sobre esos chicos? —Asiento lentamente y él me mira pensativo—. Genial, me agrada la idea. Aunque no será muy fácil contactarnos con ellos.

—Estaba pensando en preguntarle a algún profesor si sabría el número de alguno de ellos —comento un poco emocionado—. El profesor Ten, de historia, me dijo que él estuvo en la misma clase que el mayor, Jaehyun. Podríamos preguntarle.

Jeno alza una ceja— ¿Dices que el profesor de historia tiene el número de su ex- compañero homosexual? Vaya, Huang. No pensé que eras tan positivo.

Bufo—. ¿Y cómo quieres conseguir el número entonces?

Sé que no fue buena idea preguntar cuando una sonrisa malévola aparece en el rostro de Lee. De repente temo por mi vida, y más por mi escolaridad.

Se acerca a mi lado en el sofá, como si alguien pudiese escucharnos y él vaya a decir algo ilegal.

Conociendo a Jeno, no lo dudo.

—Iremos a la administración de la secundaria y buscaremos los archivos de aquel año —dice y yo ladeo mi cabeza, había esperado algo malo.

—Oh, claro. Podríamos pedírselo a la secretaria del director y-

Él comienza a reír como si lo que yo dije fue lo más gracioso del mundo.

—Eres tan inocente, Huang —Niega con su cabeza dejando de reír y yo frunzo mi entrecejo, perdiéndome en la conversación—. No nos van a dar sus papeles, es información confidencial. Tendremos que ir a buscarlo nosotros.

Me levanto del sofá rápidamente mirándolo en shock.

—¡Estás loco! ¡Si nos atrapan nos echarían!
—exclamo histérico, pero Lee se encuentra
mirándome con una sonrisa tranquila mientras se cruza de piernas.

—Exacto, "si nos atrapan". No lo harán —habla con tanta seguridad que me causa más pánico—. Iremos en la noche. —agrega como si eso me dejara más tranquilo.

Suelto una risa seca.

—Estás loco si crees que haré cosas ilegales contigo, Jeno.

—Oh vamos, Huang. ¿No quieres saber qué pasó con esos dos chicos? Porque yo me muero de la curiosidad —Se levanta colocándose a mi lado—. Iremos en una hora que Yujin esté dormido y volveremos en no más de media hora si somos rápidos.

No sé quién es más idiota, si Jeno por proponer eso o yo por dudar si confiar en él o no.

¡Uno nunca debe confiar en Lee Jeno!

𝐂𝐋𝐀𝐒𝐒𝐑𝐎𝐎𝐌 ✮ NorenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora