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Luego de un par de besos y jugueteos intentamos lograr un ambiente de trabajo para hacer el proyecto.

Saco el anuario de mi mochila y no puedo evitar sentir todavía la culpa de que tenemos algo que no nos pertenece por haber hecho algo que no se debe.

Jeno no parece importarle mientras prende la computadora y la pantalla del medio se ilumina. Está sentado en la silla en la que anteriormente yo me encontraba, por lo que agarro una silla que está al lado de su cama y la coloco a su lado para sentarme.

Empieza a explicarme que su tío le consiguió las redes sociales de Jung Jaehyun y se tomó la molestia de hablar con él sobre nosotros.

—Debe haber sido difícil para tu tío hacer eso —comento mordiendo mi labio, pensando en un Johnny apenado y arrepentido. Jeno asiente sin decir nada.

Rápidamente entra a Facebook y yo suelto una risa porque últimamente ya nadie de los adolescentes usa tanto esa red social, pero no es raro que un hombre en sus casi treinta lo haga.

No fue difícil encontrarlo porque Johnny le describió la foto de perfil, que sorpresivamente es de un perro de color marrón con pelos ondulados. Estaba claro que así nunca ibamos a encontrarlo.

Jeno aprieta el botón para mandarle un mensaje y el chat privado aparece en la pantalla. Nos miramos con intensidad, no puedo creer que estamos en este momento. Por fin vamos a poder hablar con uno de los chicos y saber historia.

Me acerco y soy yo el que escribe:

Buenas tardes, señor Jung. Lamento la molestia, pero soy el sobrino de Johnny Suh. Tengo entendido que él habló con usted sobre mí y el proyecto que estoy haciendo para la secundaria. Muchas gracias por permitir comunicarnos, me encuentro con mi compañero de clase y nos gustaría saber si está interesado en ayudarnos.

—¿Es necesario tanta formalidad? —pregunta divertido y yo asiento efusivamente. Rueda los ojos mientras sigue leyendo—. Espera, cambiemos "compañero de clase" por "novio".

—¿Qué? No, Jeno —lo detengo antes de que intente cambiarlo—. Déjalo así, si le decimos que somos novios va a pensar que esto no es un proyecto y vamos en busca de algún consejo.

—Bueno, en parte vamos a hacer eso, ¿cierto? —bromea y golpeo su brazo sin fuerza.

Soy yo el que termina por enviar el mensaje y esperamos ahí durante unos minutos en silencio, hasta que nos aburrimos. Nuestras miradas se conectan intentando descubrir qué hacemos ahora.

—¿Crees que nos van a responder ahora? —pregunto en voz baja, confundido.

—No sé, no pensé en eso. Estaba esperando una respuesta inmediata, ya sabes, como las películas —Ruedo mis ojos a la vez que un suspiro se me escapa por mis labios. Me levanto llamando la atención de Jeno.

—Como sea, si responden me avisas, tengo que irme a estudiar y hacer la tarea. Te quedas con el anuario, ya no soporto verlo —hablo buscando mi mochila y sacando el gran libro, dejándolo en la cama de Lee. Él bufa.

—Quédate un rato, podemos estudiar juntos —enarco una ceja―. De acuerdo, no podemos.

Suelto una suave risa y le doy un beso en la mejilla para luego colocar mi mochila en mis hombros y salir de la habitación.

Me quedo estático en la puerta unos segundos en cuanto me encuentro al padre de Jeno en el pasillo. Hago una reverencia mientras mis piernas tiemblan.

—Ya-Ya me iba, señor Lee —balbuceo quedando en ridículo—. Uhm, adiós.

—Fue un placer conocerte, Renjun —dice en su voz grave, sonando apenado. Le sonrío y camino a pasos apurados hacia la puerta para salir de ahí de una vez por todas.

En cuanto salgo siento que por fin puedo respirar, exhalo exageradamente antes de hacer mi camino hacia mi casa.

Coloco mis manos en mis mejillas y las siento tan calientes que estoy seguro que me veo como un pequeño tomate. Odio estar así de avergonzado, nunca más voy a volver a la casa de Jeno.

Intentando olvidar ese momento, me concentro en mis pasos lentos y desganados, el hecho de que Jung no nos haya contestado tan rápido como me lo imaginé hace que mis expectativas para este proyecto bajen. ¿Y si piensa que estamos molestando? Tal vez nos toma como dos niños entrometidos, ¡por Dios! Hasta el hombre que fue el bully de su pareja le escribió por nosotros. Tal vez nos odia.

No sé cómo es la personalidad de ninguno de ellos, así que no puedo acertar en la manera que van a reaccionar. Sólo espero que no piensen mal de nosotros y se animen a contarnos sobre ellos. Estoy tan curioso que me quedaría mirando el buzón de mensajes sin parpadear hasta que contesten, pero no es mi buzón y tengo tarea que hacer.

Si Jeno no me envía un mensaje en cuanto contesten voy a ir a buscarlo hasta la casa y lo... Esperen. No voy a ir a buscarlo hasta la casa, si me encuentro con el padre otra vez voy a sufrir un colapso.

Además, no es como si pudiese hacerle mucho daño a Lee ya que es mucho más grande que yo. Lo único que podría hacer es comerlo a besos y no creo que él vaya a quejarse por eso.

Creo que debería dejar de pensar tanto, si alguien escuchase mis pensamientos se alejaría lo más posible de mí.

𝐂𝐋𝐀𝐒𝐒𝐑𝐎𝐎𝐌 ✮ NorenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora