𝐂𝐋𝐀𝐒𝐒𝐑𝐎𝐎𝐌 ✮ Noren

16.

Cuando el lunes entramos a la secundaria, intento no mostrarme tan nervioso ante el hecho que tengo el anuario en mi mochila. Anuario que robé de la oficina del director.

Jeno me está llevando por un mal camino, debo poner mis pies en la Tierra y dejar de verlo como lo hago.

Observo al profesor que me había hablado sobre Jaehyun, me acerco decidido. Si mi compañero se entera, se enojará. Pero es la única alternativa.

—¿Profesor, puedo hablar con usted? —Me observa confundido ya que lo detengo a mitad del pasillo, minutos antes de que el timbre de entrada suene—. Estoy haciendo un trabajo para filosofía y, uhm, me preguntaba si podría ubicar al tal Jaehyun del que me habló un día.

Me mira entrecerrando sus ojos mientras parece meditar la pregunta.

—B-Bueno, la verdad es que no hemos hablado desde que nos graduamos. Y no aparecen en el anuario debido a que ninguno de ellos se presentó ese día, escuché que se quedaron en el baño despidiéndose —Intento esconder mi disgusto y apreto mis labios. No valió la pena nada de lo que sucedió―. Creo que uno de mis ex-compañeros intentó contactarlos por facebook, tal vez puedes buscarlos por ahí. Busca a Kim Dongyoung, probablemente Jung Jaehyun ni siquiera tenga redes sociales.

—¿Pe-Pero cómo me daré cuenta si es él? —pregunto tartamudeando, ¡su nombre es demasiado común en este país!

—No tengo una foto de él, sólo puedo decirte que tiene rasgos delicados y le gustaba teñirse el cabello. Lo siento, Huang, realmente no éramos muy cercanos. Perdón por no poder ayudarte.

Niego y hago una reverencia agradeciendo, al menos me dio algo por donde empezar y aclaró lo del anuario (aunque el profesor no tiene idea que yo tengo el anuario).

Suena el timbre y por primera vez dudo si entrar a clase o no. Todo esto me tiene tan triste y frustrado que me tensa.

Escucho mi celular vibrar pero no lo miro, en cambio me dirijo hacia la cafetería a desayunar. Salí tan apurado y tan temprano que me olvidé por completo de llenar mi estómago.

Saludo a la cocinera y pido una manzana con un jugo de naranja, me lo entrega con una dulce sonrisa.

—Es raro verte no entrar a clase, pero no te preocupes, no diré nada. Debes de estar pasando por algo malo si decidiste no ir al salón.

Agradezco y hago una reverencia para ir a sentarme frente a una ventana y observar el patio trasero de la secundaria. Muerdo la manzana y dejo el jugo en la mesa.

No sé por qué me afecta tanto no poder saber sobre estos chicos, tal vez me ilusioné tanto que llegué a la parte de la decepción. Tengo que cambiar de proyecto, pero no quiero tener que hablar con Jeno hoy, siento que va a gastar toda mi energía el conversar con él.

—Jung Jaehyun y Kim Dongyoung —digo sus nombres para mí mismo. Suenan bien; sus dos nombres juntos.

Entonces comienzo a pensar, mientras mi manzana está por terminarse al igual que mi jugo, que hay una enorme posibilidad de que ellos s ya no estén juntos. ¿Qué pasa si todo esto es en vano? ¿Si al final no sirve para nuestro proyecto? Jeno me mataría.

Suelto un suspiro tirando las sobras en la basura a mi lado y toco las correas de mi mochila, que no me había sacado en ningún momento. El miedo de que alguien encuentre el anuario me carcome. Ni siquiera sé por qué lo traje, tal vez me siento más seguro si está junto a mí.

Observo a mi alrededor, no hay nadie excepto la cocinera, pero se encuentra mirando su celular lejos de mí sin darme importancia.

Rápidamente saco el anuario para mirarlo por última vez. Tengo una mínima esperanza de que, al menos, hay algo escrito sobre ellos. O tal vez una foto como la del cuadro.

—Eso es... —murmuro—, el cuadro.

Busco la misma foto en el anuario, sé que tiene que estar.

Tardo unos minutos y la encuentro en una de las últimas páginas, leo las palabras de agradecimiento al equipo. Nombran a todos los jugadores.

Si ellos no eran muy sociables, pero estaban en ese juego puede deberse a que conocían a alguien del equipo.

—Jackson Wang, Lee Min Hyuk, Son Hyun Woo... —leo todos los nombres de los jugadores—... y Johnny Suh.

Ladeo mi cabeza, ¿por qué el último nombre me parece conocido?