María:
- Yo creo que Lorenzo se refugia en el hospital porque se siente seguro allí, sabe que quien esté haciendo esto seguirá haciéndolo, y él lo sabe -
Había cenado con Andrea y mi hermano, pero Alessandro se fue a hablar por teléfono y nos dejó solas. Como siempre, Andrea sabía todo lo que sucedía en Corso y me estaba contando sobre Lorenzo y otro ataque que sufrió.
- ¿No es algo macabro? Digo... Atacar a un hombre y abusar de él dos veces en menos de un mes. O sea, no me da pena, la verdad... Pero si lo piensas bien, es enfermo... -
Lorenzo debía haber molestado a mucha más gente de la que yo creía, porque estaba viviendo un infierno.
-Ah, vamos Pía, ¿y él no es un enfermo? Dime la verdad... Abusó de ti, no necesitas darme detalles, solo dime, ¿lo hizo? -
Andrea me miraba esperando mi respuesta. No quería recordarlo, no quería esa imagen en mi cabeza, pero asentí y no dije nada.
- Lo sabía. ¡Ojalá que abusen de él cada tres días! Y si quien está haciendo eso es un enfermo, ¡bendita sea su enfermedad! -
Me reí porque Andrea lo decía agitando sus manos y alzando la voz.
- Lo que creo es que Lorenzo necesita pruebas de lo que le está sucediendo, por eso va al hospital, para que quede asentado. En su cabeza ya debe tener a quién culpar, y está reuniendo las pruebas... Es muy astuto, un enfermo demasiado inteligente. -
Conocía demasiado a Lorenzo, y ya debía tener todo un plan armado en su cabeza
-¡Es un psicópata! Y creo que lo que tiene en sus manos es más que pólvora mojada... No va a ganar, no esta vez. Todos iremos por él, no solo tú. Pero ya no hablemos de él, cuéntame, ¿qué está sucediendo con Tom? Estás sola aquí... ni siquiera has encendido tu teléfono, y solo haces eso cuando necesitas pensar... ¿Qué pasó? -
Andrea tenía razón, mi mente estaba vagando por un millón de pensamientos y preocupaciones diferentes. Necesitaba concentrarme en lo que estaba sucediendo con Tom y no perderme en mis pensamientos oscuros sobre Lorenzo.
- Tienes razón, Andrea. Necesito enfocarme en lo que está pasando con Tom. No he encendido mi teléfono porque necesitaba espacio para pensar. Vi a Tom con otra mujer, y no sé qué pensar al respecto. No lo culpo, pero me duele, y necesito entender qué está sucediendo. Creo que en lugar de darle paz, complico su vida -
Le expliqué brevemente la situación, omitiendo detalles innecesarios, pero traté de contarle toda nuestra situación.
Andrea asintió con comprensión y dijo:
-Entiendo, Pía. Pero antes de sacar conclusiones, habla con Tom y escucha su versión. No sabemos lo que realmente está pasando, y es importante que lo aclaren juntos. Se nota que te ama, y es bueno que sepas que él no te traicionaría. Lo que te duele es que crees que puede ser feliz con alguien más y no contigo, pero te equivocas, porque siempre piensas que eres el problema. No lo eres, solo estás atravesando una situación difícil. Recuerda que después de la tormenta siempre sale el sol-
Tenía razón, necesitaba hablar con Tom. Tomé una decisión en ese momento: encendería mi teléfono y trataría de comunicarme con él para tener esa conversación pendiente.
- Mañana hablaré con él, quizás esté con sus padres ahora... Dime una cosa; ¿se puede amar tanto un lugar y al mismo tiempo sentir que ya no perteneces más a él?
Pregunté señalando con mi dedo alrededor. Estaba en casa de mis padres, en Milán, mi lugar, lo que amé y amaba con todo mi corazón, pero me sentía inquieta, como si tuviera que salir corriendo de aquí.
ESTÁS LEYENDO
Ahora... tú
RomansaAhora tú... Pretendes entrar en mi vida. Ahora tú... Pretendes curar mis heridas. Ahora tú... Pretendes ocupar mi corazón... Ahora yo... Decidiré si puedes hacerlo, si jamás permitirlo o simplemente me rendiré ante ti.