XIV: Arquero

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Denébola no estaba ahí, pero sí lo estaban los rebeldes. Su forma de vestir, actuar, las armas que poseían, eran inconfundibles ante los ojos de Harry y Ivory, quienes tuvieron la mala suerte de enfrentarse a ellos más de una vez.

Los Rebeldes se habían infiltrado a Momoru a través de las fronteras desprotegidas. Por los cerros y lagos congelados. No iban a caballo como las veces pasadas, pero corrían tan veloces como uno. Las calles pronto se llenaron de humo, algunas casas fueron presas de los despiadados fuegos, pero con la habilidad y preparación de la gente de Momoru, el fuego pudo mantenerse controlado mientras otros alfas peleaban. Harry no había visto a Darko entre los guerreros, tampoco a Zimo, pero una cantidad sin igual de mujeres se adueñó de las calles, acorralando a cada Rebelde que intentaba destruir sus preciadas viviendas para golpearlos hasta la muerte.

Todas iban armadas con espadas, dagas, cuchillos y sogas, mientras los alfas atacaban desde los techos curvados y sombras. Harry concluyó a toda prisa que Darko seguramente estaba en la torre, protegiendo los grandes portones de la invasión de estos hombres hechizados para que no continuaran entrando a la aldea. 

Hombres que alguna vez convivieron con ellos en Sekgda y que ahora acataban las órdenes de Denébola.

El Rebelde que había entrado a la casa real fue asesinado por el cuchillo de Viggo, quien, ante el estruendo del vidrio haciéndose trizas, no tardó en ir a averiguar qué ocurría. Al ver que un desconocido amenazaba la vida de su hijo, luchó cuerpo a cuerpo con el hombre hasta que el filo del cuchillo se clavó profundamente en el corazón. Harry recibió las ordenes de Viggo claramente cuando el peligro pasó, pero en el bosque se avistó las llamaradas de las antorchas de más y más hombres. Y su orden no fue nada más que esconderse. Dado que no se había alimentado correctamente, su debilidad ahora podría jugarle en contra si luchaba, pero Harry no podía esconderse. No ahora. Había tomado la mano de Ivory, dispuesto a llevarlo a él a una de las habitaciones, pero su amigo estampó sus pies en el suelo y se negó a refugiarse. A cambio, pidió algo que Harry nunca creyó posible.

Él quería a Zimo.

Intentó no sentirse herido por esa petición, pero Ivory, como todo omega, siempre se sentiría a salvo junto a su alfa en vez de un amigo. Harry siempre se sintió a salvo junto a Louis, incluso con Darko, y ahora no podía culpar a Ivory de sentir lo mismo. El problema era que no tenía idea de donde estaba Zimo y las calles rápidamente comenzaban a ser llenadas de escombros y Rebeldes. Intentó convencer a Ivory de que la casa real era el sitio con más seguridad que había, pero... después de que un hombre pudiera entrar tan fácilmente...

Harry no podía quedarse encerrado ahí con Ivory como su padre le había pedido. Ese día en donde Alden murió, él obedeció cada orden dada y falló. Falló rotundamente en lo único que pudo haber sido bueno. Y esta vez no cometería el mismo error.

Por eso, iba con la mano de Ivory entrelazada con la suya, ambos buscando la manera de escapar de la casa real y encontrar a Zimo. Los gritos de las sirvientas se alzó por encima de todas las porcelanas rotas, las tablas crujían por todas las pisadas dadas ante el pánico. La condesa Novalie había ordenado pelear a todos. Y Viggo... él estaba en la puerta principal con una espada. Su cuerpo se movía con brutalidad mientras cortaba las gargantas y partes del cuerpo de cada rebelde que intentaba ingresar. Con o sin abrigos, con o sin orejas redondas. Harry sabía que le dolía esto a su padre. Asesinar a su propia gente.

Corrió con Ivory a través de la sala principal y entraron a una en donde Novalie solía tomar el té por las tardes. La ventana en esa sala daba directamente a las pasarelas. Si tenían suerte, podrían correr y rodear a Viggo, quien, de verlos, echaría humos por las orejas.

Harry soltó la mano de Ivory y se acercó a la ventana, la cual abrió de par en par para poder escapar.

—No llores —pidió a Ivory —, te llevaré con él.

The king's heart (l.s) #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora