-¿Entonces el problema es qué no tiene con quién ir a la fiesta?. -Frunci el ceño.
-Si. -Asintió apretando los labios. -Tengo una famita de mujeriego y loco, pero quiero que vean que ya no es así... Pero pues. -Alzó las cejas. -Las circunstancias harán ver que sigo siendo un asco.
-No creo que sea así señor. -Negué levemente con la cabeza.
-Es que yo tengo un pasado que uff. No deja nada que desear.
-Bueno. Puede llevar a una amiga o...
-¿Amiga? -Soltó una risilla. -Oh vamos. Ninguna mujer se acerca a mí sin poder presumir que se acostaron con el poderoso Robert Parker Otunga. -Negó levemente y con una desilucion en su mirada.
-Pues por ahora lo que busca es una cita... Tal vez en una App para citas...
-Ni de chiste. -Interrumpió. -No tengo el tiempo de salir con mujeres y hablar con ellas por horas, y convencerlas de ser mi novia solo en lo que dura la reunión.
Pensé por unos segundos y me llego una idea loca.
-Tengo un plan. Pero no sé si este dispuesto a aceptar. -Sonreí.
-Cuéntame. -Me miró fijamente.
-Bien. ¿Qué tal si yo me encargo de abrir un perfil en Tinder o alguna App de citas y citó a varias chicas? Algo así como si fueran entrevistas y hablas con ellas y les platicas el plan y si después de la reunión todo sale de maravilla, puedes salir con ellas, pero con otras intenciones, o que todo terminé ahí, como tú quieras. -Expliqué.
-Me agrada. Además por ahora solo tenemos el caso de Bosseman en puerta, no sé si Riri y Carly tengan algún caso. -Dijo mientras jugaba con su bolígrafo.
-No se preocupe, yo me ocupo de eso y si necesitó ayuda se las pediré.
-¿Has usado alguna vez una App así?. -Frunció el ceño y sonrió de lado.
-En realidad no. -Negué. -¿Pero que tan difícil puede ser?. Te mantendré al tanto de las citas y todo.
-Perfecto. -Sonrió. Se levantó de su asiento y me abrazo por detras. -Eres mi salvación. -Dijo feliz.
(...)
El resto de días, de Martes a Jueves, fue solo agendar citas, ver mujeres entrar y salir de la oficina de Robert, muchas eran mujeres muy hermosas y con cuerpos de ensueño. Fueron pocas, aunque muchas estaban interesadas en Robert ya sea para una relación, para una noche de sexo o por dinero, pero él no estaba convencido, porque siempre veía un error en ellas.Narra Robert
Tres días, tres malditos días en los que sentía como mi cerebro se exprimia para poder excusar a cada cita que venía a mi oficina para convencerlas de acompañarme a la reunión.
No tenía una chica en mente. Llegaron mujeres delgadas, robustas, altas, morenas, pelirrojas, rubias, de todo. Pero siempre tenían un pero. No querían ser un juguete, querían dinero, aceptarían mi propuesta si teníamos sexo, lo harían pero después sería su novio, incluso una me dio una bofetada por ser un atrevido, sin sentimientos y escrúpulos, incluso me escupió en la cara y me llamó puerco y salió hecha una furia.Narra Barbara
Vimos salir a una chica rubia y de piernas largas de la oficina de Robert, muy molesta.-Parece que ella tampoco. -Dijo Carly.
Ya era Jueves, ¡JUEVES! Y Robert no tenía a nadie para que lo acompañará a su evento, al parecer se resignará a ir solo o de plano no se presentará.
-No creí que el casanova iba a ser delicado para elegir cita. -Dijo Riri, sentándose a un lado de mí.
-Parece que quiere a la reina Isabel o yo no sé. -Dijo Carly con cara de fastidio.
Ambas estaban hartas al igual que yo. Pues decidieron ayudarme para encontrar la cita más rápido, pero fue muy complicado.
Estábamos casi derrotadas y resignadas a no encontrarle pareja al jefe, pero era un favor que el nos pidió y yo quería seguir ayudándolo.-Oye. -Dijo Riri. -Tengo una idea. -Me miró fijamente con una sonrisa de lado.
-¿Qué pasa?. -Me quite los lentes un segundo y frote mis ojos.
-¿Qué tal si la cita de Robert, fueras tú?.
-¿Yo?. -La miré sorprendida y con los ojos abiertos de más.
-Si, si, si. -Dijo Carly emocionada. -Tiene razón, tú conoces al jefe mejor que nadie y podrás fingir ser como las estiradas que irán a la reunión...
-No, no, no, no, no, no. -Negué con la cabeza. -No puedo hacer eso. ¿Qué tal si uno de sus amigos me ve y me reconoce por qué me vio trabajar aquí?.
-Puedes decir que eres abogada, al igual que nosotras, y no su secretaría. Además, el único que ha venido aquí es el papucho de Daryl. -Sonrió Carly.
-Noooo. Es una locura.
Salté del mieod al oír un ruido de la oficina de Robert, parecía que había lanzado algo.
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LA CITA DE MI JEFE
RomanceDespués de terminar una relación de años. Robert necesita de una pareja para poder llevar a su fiesta de compañeros de la preparatoria. Así que pide la ayuda de Barbara, su secretaria y mano derecha que accede a hacerse pasar por su nueva pareja par...