Desperté con un dolor de cabeza espantoso. Me levante de la cama con los ojos entre cerrados y fui a cerrar la ventana.
Ahora no sono mi alarma, pues era Domingo y después de las copas de ayer sabía que quería dormir un buen rato.
Me giré para volver a la cama y me exalte al encontrarme a Robert dormido ahí, sin camisa. Me miré y yo tenía su camisa puesta, tenía un presentimiento... Será que anoche... Noooo.-Mierda, mierda, mierda.-Dije entre susurros.
Salí corriendo de mi cuarto, sin hacer ningún ruido.
Me entró una desesperación horrible, no sabía que demonios pasó anoche...
Mierda, solo eso podía decir, MIERDA.
Tomé mis llaves y salí de mi departamento, cerré la puerta despacio.
Me quedé en el pasillo y vi a Christopher venir jugando con unas llaves.-Chris. -Lo llamé susurrando.
-Hola Barbie, ¿Qué tal la borrachera de anoche?. -Dijo burlon.
-No tengo recuerdos claros de lo que pasó. Me duele la cabeza de solo pensarlo. -Dije preocupada.
-Pues no se a donde hayas ido, pero llegaste feliz y... Descalza. -Dijo mirando mis pies.
-Dios. ¿Llegué con mi jefe cierto? ¿Hice algo indebido o...
-Yo estaba por irme a dormir y llegaste riendo como loca diciendo que le habías arrancado las extensiones baratas a una chica y tú y el tipo reían como locos. -Soltó una risa. -Me saludaste y dijiste que irían a tu departamento a hacer cosas no legales. -Dijo para después comenzar a reírse.
-Mi Dios. -Dije pasando mis manos por mi cara.
Para colmo me dormí maquillada y no me quite los lentes de contacto, lo primero que me dijo Susan y no le hice caso.
-No creo que hayas hecho nada "Ilegal" porque a los cinco minutos fui para ver si todo estaba en orden y estaban roncando como dos osos. Cabe aclarar que no entre, escuché desde el pasillo.
-¿En serio?. -Frunci el ceño. -No, no, no. Es imposible que no haya hecho nada... Estoy semi desnuda y él... También. -Bufé.
-Entonces tu chico y tú tuvieron un rapidin o no hicieron nada. Porque te juro que estaban dormidos.
-Dios.
-Toma. -Dijo dándome unas pastillas. -Como futuro médico te recomiendo tomarte estas pastillas y una buena taza de café para que tu dolor de cabeza disminuya, dale una a tu novio. Y para la próxima toma con conciencia, porque venían en auto y tuvieron suerte de que no los parara un policía de tránsito.
-Claro. Eres un ángel de verdad Chris. -Asentí con los ojos entre cerrados.
Chris sonrió y se fue.
Ahora debía, pero no quería, enfrentar a Robert ¿Será qué si lo hicimos? ¿Y si no se cuido? Maldición. Un bebé de mi jefe no sería bueno.
Abrí la puerta con pánico y me encontré con Robert sirviendo dos tazas de café. Al verme sonrió, como si nada hubiera pasado.
Lo miré, miré su pecho desnudo, solo tenía puestos sus pantalones y wow.
No podía creer que a sus cuarenta y algo de años se viera como de veinte, se veía tan sexy haciendo algo tan simple como servir café.-Buenos días Ronda Rousey. -Dijo sonriendo.
-Buenos días. -Dije para lanzar mis llaves al sofá.
Me acerque y fui a donde él, me senté en la mesa y él se sentó a mi lado, me dio una taza de café y sonrió.
-Un café bien cargado para los dos locos de la fiesta. -Dijo para después darle un sorbo a su taza.
-Dios. Ni me lo recuerdes, fue algo espantoso. Solo recuerdo a tu ex en la fuente con la nariz sangrando y con cabello en mi mano.
-¿Solo eso recuerdas?. -Me miró fijamente.
-Te juro que no quisiera recordar que pasó después de salir de la fiesta. -Lo miré con miedo.
-Uff. Si te cuento. -Alzó las cejas.
-Por Dios, dime que no tengo granos en las nalgas. -Dije para después cubrirme la cara con las manos.
-¿De qué hablas Barb?. -Preguntó entre risas.
-De qué anoche... Tú y yo...
-Barbara, no pasó nada entre nosotros. -Interrumpió. Después le dio un trago a su café.
-¿Cómo estás tan seguro?.
-Porque lo recuerdo con claridad. Además. Yo no te haría nada que tú no quieras... Y no suelo tener sexo con una mujer ebria.
-Dios... ¿Y cómo explicas qué estamos casi desnudos?.
-Te cuento. Salimos de la fiestas y fuimos a un lugar en donde... Nos besamos.
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LA CITA DE MI JEFE
RomanceDespués de terminar una relación de años. Robert necesita de una pareja para poder llevar a su fiesta de compañeros de la preparatoria. Así que pide la ayuda de Barbara, su secretaria y mano derecha que accede a hacerse pasar por su nueva pareja par...