Sonreí a su comentario y note como mi piel se erizaba al solo sentir sus manos sobre mi rostro. Paso su mano directo a la mía.
-Te quiero Barb. Y quiero que esto funcione de verdad. -Susurró. -Así que creo que debemos hablar de Olivia y del día que...
-No quiero hablar de ella. -Interrumpí.
-Pero debo decirte lo que hablé con ella, no quiero que tengas malos entendidos.
Suspiré y lo mire fijamente.
-Okey. Dime. Te escucho. -Cruce los brazos.
-Le dejé muy en claro que ella ya es parte de mi pasado, evidentemente es una parte de mi vida que no podre borrar jamás, pero lo que si sé es que puedo volver a amar y con una persona mejor. Eso le dejé en claro. Que no pienso volver a caer al mismo hoyo y que quiero una vida contigo, y que quiero verte a futuro como mi esposa.
Abrí los ojos en señal de asombro y me resultó increíble lo que escuché ¿Robert, me quiere, a tal grado de verme como su esposa?.
-Estas jugando. -Reí en señal de nervios.
-Para nada... Es más, si tú me lo pides, mañana mismo me caso contigo... Por todas las de la ley.
-Yo prefiero creer en las acciones y no solo en las palabras... Pero te creo... Aunque... Si me gustaría ir paso a paso contigo. Yo se que la diferencia de edad entre tú y yo es grande, pero yo solo se que la edad es un número, lo que importa es lo que llevas aquí. -Señale su pecho.
Tomó mi mano y le di un beso.
Sonreí y me acerque. Un impulso me hizo sentarme en su regazo, no lo pude evitar y lo besé, él me siguió el beso y no pudo evitar acariciar mi espalda.
Cada vez la temperatura aumentaba, no me di cuenta en que momento sus manos estaban en mi trasero, moviendolo de adelante hacía atras. Sentía como su miembro estaba más duro y no podía evitar jadear, pues llevaba un vestido y estaba literalmente mi feminidad rozando con su miembro.
Bajó sus labios a mi cuello y me besaba justo en mi clavícula, no podía evitar sentirme así, quería hacerlo con él... No sé si el día de mañana me arrepentiré, pero quería hacerlo. Mis deseos pedían hacerlo.
Robert se detuvo y nos miramos a los ojos.-Te hice una promesa. -Dijo mientras peinaba su cabello para atrás.
-Rompe esa promesa. -Lo tomé del cuello.
-Pero... No quiero que pienses que solo quiero...
-Quiero hacerlo. Pero quiero que me prometas que no me vas a ver solo como tu juguete sexual...
-Jamás. Sabes que nunca te haría algo así. -Negó.
Lo tomé del rostro y lo volví a besar. Él por su lado me abrazo de la cintura y ahora yo movía mi cadera para provocarlo, de lado a lado, de adelante hacía atras y en círculos.
Escuche como soltó un gemido en mi oído y eso me excito más.
Metió la mano por debajo de mi vestido y acarició mi feminidad, gemi en su oído y sentí como tomaba mis calzoncillos y con ayuda de su otra mano los rompió.-Luego te compro una colección nueva. -Dijo entre jadeos.
-Olvidalos.
Desabroche el pantalón de Robert y hice a un lado sus calzoncillos. Su miembro salió disparado y lo tome en mi mano, me acerque y lo metí en mi feminidad. No pude evitarlo, solté un gemido muy fuerte y Robert también.
Me tomo de las caderas y me ayudó a moverme.
Se sentía tan bien como lo hacíamos, en un momento entre lace mis manos con las de él y tomé el control. Sentía que mis gemidos lo dejaban casi sordo, pues me encantaba como se sentía, él también soltaba sus gemidos y no podía evitar ver su rostro de satisfacción y deseo, sudando y lanzando su cabeza hacia atrás.-Oh, Barbie. -Dijo entre gemidos. -Me fascinas. -Susurro en mi oído.
Me agite un poco y comencé a moverme un poco más lento.
Robert me tomó del cabello y me acerco a él.-¿Ya te cansaste?.
Asentí y vi como en su rostro se pinto una sonrisa muy grande.
Me quito mi vestido y admiro mi cuerpo desnudo, solo con brasier.-Me encantas, me fascinas, me vuelves loco. -Susurro.
Tomó mis pechos y los presiono, entonces me quito el brasier y lamio uno de mis pechos, lance mi cabeza hacia atrás y gemi.
Él seguía lamiendo mis pechos sin parar.
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LA CITA DE MI JEFE
RomanceDespués de terminar una relación de años. Robert necesita de una pareja para poder llevar a su fiesta de compañeros de la preparatoria. Así que pide la ayuda de Barbara, su secretaria y mano derecha que accede a hacerse pasar por su nueva pareja par...