CAPÍTULO 5 "SPA"

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Ya era el día. SABADOOOO.
Las piernas me temblaban como un perro chihuahua, las manos me sudaban como un grifo. Estaba tan nerviosa que estaba a nada de hecharme para atrás.
Al final, Robert me compro un vestido de color azul marino precioso, con detalles de brillo y una abertura en la pierna derecha y un escote en v no tan profundo y con mangas largas.
Unos tacones de color plata que combinaban a la perfección con mi vestido y el complemento fue la bolsa de mano que esa si la usaría para mi día a día.

En fin, Robert me llevó a la casa de una chica ya mayor, tenía sesenta y cinco, pero parecía de cuarenta, evidentemente estaba más que operada, y lo digo por el cuerpazo que lucía y su rostro con pocas arrugas y líneas de expresión.

-Pues es una mujer muy sencilla. -Dijo mirándome de pies a cabeza. -Pero yo haré magia. Tiene bonitos ojos, un cutis perfecto.

-El evento es a las ocho Susan, procura que este lista antes de las siete cuarenta.

-No te preocupes. Yo haré que esta mujer sea la envidia de toda la fiesta y si no es así, ni me pagues.

Robert soltó una risilla y me miró fijamente.

-Vengo por ti a las siete cuarenta. -Dijo mirándome a los ojos.

Asentí y él se fue.
La mansión de la mujer era enorme, nada comparado a mi humilde departamento.

-Muy bien preciosa. Vamos a la acción.

Pongan play a la canción ❤️
Subimos al segundo piso, donde literalmente tenía un salón de belleza ENORME. Había tres chicas que eran sus trabajadoras.

-Hola chicas, necesito que me ayuden con mi cliente estrella de hoy, vamos a hacerle depilación con cera, exfoliación, limpieza facial profunda, maquillaje, peinado, uñas... Más bien de todo.

-Perfecto. -Dijo una de ellas.

Me recostaron en una camilla y empezaron su "Magia".
Me exfoliaron el cuerpo con un exfoliante de olor a sandía que me dejo el cuerpo super suave, pero luego me empezaron a depilar las piernas con cera y fue un dolor inmenso.
Luego me hicieron varias cosas en la cara para que se viera más "Linda" me sacaron los granos e impurezas que tenía y también me pusieron varias mascarillas, también en las ojeras y labios, además de que me depilaron la cara y la sentía como nalga de bebé.
Luego me sentaron en una silla donde me sentía como reina, mientras dos me estaban haciendo la manicura, otra chica me estaba haciendo la pedicura.
Me pusieron unas uñas de un color nude muy bonito.
Luego pasamos a la parte final. El maquillaje y el peinado.

-¿Has usado lentes de contacto?. -Pregunto Susan.

-Solo como dos o tres veces. -Dije mientras veía como preparaba los lentes de contacto.

-Pues ahora necesitamos que esos hermosos ojos resalten, Barbie. Te pondré unos y por amor de Dios antes de dormir QUI-TA-TE-LOS.

Dijo resaltando la palabra Quitatelos de más.
Me maquillaron en colores muy bonitos y oscuros para que me viera genial, además de que en el peinado solo me hicieron unas ligeras ondas y me pusieron el cabello de lado.
Ahora solo quedaba, ponerme el vestido.
Susan me ayudó a ponérmelo, no quería ni un solo error y mucho menos que el vestido se rompiera o algo.
Me quedo de maravilla y no podia creer lo bien que me veía, me veía irreconocible.

-Hemos terminado. -Dijo Susan mientras me veía de pies a cabeza.

Narra Robert
Llegué puntual a casa de susan y tuve una llamada de mi mejor amigo, Daryl.

-Si. Llegaremos en unos quince a veinte minutos. -Dije mirando mi reloj. -No. No iré con Olivia iré con...

-Ya esta lista. -Dijo Susan emocionada.

-Gracias. -Susurré.

-¿Qué con quién voy a ir?.

Me giré y vi a Barbie bajar las escaleras, me quedé impactado, se veía preciosa, no, se veía espectacular, increíble, diferente; había algo que la hizo resaltar su belleza más de lo normal.
Estaba tan acostumbrado a verla en su look casual que jamás creí verla explotando sus atributos y belleza física.
Sonreí al tenerla enfrente de mí y ella me respondió con una sonrisa.

-No tengo palabras para deciscribir lo bien que te vez, Susan se lucio. -Dije nervioso.

-Claro que no. Yo solo la peine y me encargue de maquillarla. Ella es así de hermosa naturalmente. -Intervino Susan.

-Por supuesto que si. -Sonreí de lado.

-¿Nos vamos, señor Robert?. -Dijo Barbie, para después sonreír de lado.

-Vamonos Barbie.

Le cedí mi brazo y nos fuimos.

LA CITA DE MI JEFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora